A ESPAÑA, QUE CONTÓ ENTRE SUS GLORIAS
AL GRAN PEDAGOGO DEL IMPERIO
Contabas con la gloria de un LOYOLA,
de espíritu y de gestos militares;
santos eran los blancos palomares
de una TERESA, en las alturas sola,
Brillabas de JAVIER con la aureola,
que la virtud crecía en tus solares
con esa profusión con que, a millares,
sangra por los trigales la amapola.
Pero faltaba en tu sin par diadema,
de la niñez la perla refulgente,
de valor ignorado aquellos días...
DIOS, en un gesto de bondad suprema,
por que TU la lucieras en tu frente,
¡te dio a JOSÉ, con sus ESCUELAS PÍAS!
A LA ESCUELA PIA
( En la Beatificación de
trece hijos suyos.)
ESPAÑA entera,.pues que fue
su cuna,
y los coros sin número de
niños
de los países donde arraigo
tienes,
baten sus palmas y te cantan
himnos.
Que en tu jardín selecto, ESCUELA PIA,
de bellas flores siempre embellecido,
resaltan desde ahora,
rosas fragantes de purpúreo
brillo.
Son el símbolo, MADRE,
de trece de tus hijos,
sacrificados por su FE
cristiana
en el altar cruento del
martirio.
Murieron perdonando,
lo mismo que en la cruz
hiciera CRISTO.
¡EL DIVINO MAESTRO
tuvo en ellos magníficos
discípulos!
Te citaré sus nombres
(no se estila en el Cielo el
apellido)
y los diré despacio,
para que tu disfrutes al
oírlos:
Helos aquí: ENRIQUE, JOSÉ,
CARLOS,
MANUEL, MATÍAS, VALENTÍN,
FRANCISCO,
ALFONSO, JUAN, IGNACIO,
DAVID (Hermano) FAUSTINO y
DIONISIO:
Sus nombres, ya famosos
de la VIDA en el libro están
escritos...
Si en su muerte vertiste
amargas lágrimas,
¡hoy ya puedes llorar de
regocijo!
Por su ascenso a la gloria
de BERNINI,
-pálida imagen de la del
empíreo-
(ya veo a CALASANZ que se
sonroja
y aplaude SAN POMPILIO)
mi enhorabuena, amada
ESCUELA PIA,
Madre de tantos y tan santos
hijos.
A tu gozo me uno
cordialmente
con el gozo más íntimo,
¡Puñado de violetas-mi
homenaje-
a ti, estos versos con
filial cariño!
A LAS SANDALIAS DEL
SANTO
De cuero, bien cosidas;
cómodas, resistentes,
salidas de las mano de un
menestral experto,
calzáronlas un día los pies
del santo Padre,
y un año tras otro año, con
él envejecieron.
Los arroparon, cálidas; y
los llevaron, suaves,
por los caminos duros de su
longeva vida.
Y, cuando al fin cansados de
tanto andar, el SANTO
llegó al reposo eterno, con
creces merecido,
quedáronse perplejas y un tanto,
así, mohínas.
¡Tienen alma las cosas! Destilando tristeza,
evocan tiempos idos,
andanzas incontables,
basílicas y calles, días de
sol espléndidos,
y la fecha fatídica que lo
llevó al Calvario.
Nostálgicas recuerdan sus
pasos por las aulas
y aquellos niños pobres
tanto como ellas mismas,
imán de sus amores, corona
de inocencia,
y dulce apoyo, cuando su
COMUNIÓN postrera.
Aunque han pasado siglos, no
olvidan, no, su gesto
de quitarles el polvo,
dejándolas bien limpias;
que, amante como pocos de la
Pobreza santa,
queríala adornada de una
limpieza suma.
¿Añorarán el tacto de
aquellos pies benditos,
hermosos cual los otros del
mensajero bíblico,
y la caricia dulce que para
ellas era
oír que las llamaba, otro
FRANCISCO ,“hermanas”?
Con todo, son dichosas. ¿Les ha quitado el tiempo
su condición gloriosa de ser
reclamo auténtico?
¿No desfilan ante ellas, de
honda emoción henchidos,
tantísimos devotos del
universo mundo?
Yo lo hago en este instante.
Las miro y las remiro,
La toco, tembloroso; y
estampo un tierno beso,
mientras les doy las
gracias, porque a los pies del PADRE
una andadura plácida
brindaron largamente...
A LOS PP. ESCOLAPIOS E HIJAS
DE LA DIVINA PASTORA, en la
DE LA DIVINA PASTORA, en la
beatificación del P.
FAUSTINO MIGUEZ
Ahí lo tenéis; miradlo.
Desde ahora la aureola
circunda su cabeza, noble y
bien amueblada.
La Familia Escolapia se ve
glorificada
por él, como su tierra,
gallega y española.
A la Piedad y Letras se dio
en su vida entera,
llegando a ser un sabio en
ciencias bien distintas;
tampoco en las virtudes
anduvo a medias tintas,
pues practicólas todas de
heroica manera.
Para forjar mujeres,
cristianas ejemplares,
semilla y esperanza de
auténticos hogares,
creo una obra egregia:
las HIJAS CALASANCIAS.
Ya desde hoy, beato, vuestro
Padre FAUSTINO,
sus HIJAS, sus HERMANOS,
seguid por su camino
y aspirad ,codiciosos, sus
místicas fragancias!
ACRÓSTICO
S..e inclinó a la virtud
desde muy niño
A..brevado en la Fe de sus
mayores,
N..o mancilló su candidez de
armiño
J..amás, ni aún en la tierra
de las flores.
O..ró, estudió con notas
destacadas.
S..acerdote,con discreción y
celo,
E..n varias zonas de su
patrio suelo,
*
D..desempeñó misiones
delicadas.
E..mpujado por una voz
interna,
C..ambió su Patria por la
ROMA eterna.
A..quí a los niños- niñas de
sus ojos--
L..o entregó todo. Y para
ellos crearía
A..quella obra genial :la
ESCUELA PIA.
S..emillero de flores y de
abrojos.
A..l Golgota subió. Pero,
hoy en día,
N..imba su frente fúlgida
aureola,
Z..ahorí de la infancia,
pobre y sola.
Mártir
escolapio. (I936)
Del
cenobio de IRACHE, convertido
en
forja de escolapios, a la vera,
abrió
sus ojos a la luz primera,
en
AYEGUI, hoy por él enaltecido.
PERALTA
de la SAL fue su palestra:
larga
oración, ayunos y cilicios;
Maestro
de los jóvenes novicios,
los
guió en la virtud con mano diestra.
Agosto...
Treinta y seis..Pérfidas balas
siegan
su vida...Del martirio en alas,
asciende
a las mansiones de la Gloria.
En
San PEDRO, el Pontífice romano
hoy,
la palma triunfal pone en su mano..
¡Así
el P. FAUSTINO entra en la historia!
En un hogar numeroso
del Valle de la BERRUEZA,
rico con esa riqueza
que son la FE y la honradez,
y en ASARTA-que es Navarra-
una aldea reducida,
sus ojos abrió a la vida
DAVID, por primera vez.
En esa humilde familia
de sencillos labradores,
pasó los años mejores
de su infancia y juventud.
Y como de modo auténtico
la FE en ella se vivía,
conforme en edad crecía,
también crecía en virtud.
En aquel joven alegre,
de alma muy noble y muy fina,
iba la gracia divina
haciendo bien su labor.
Y como constantemente
era por él secundada,
no extraña que la llamada
escuchara del SEÑOR.
Tuvo que decir adiós,
con alegría y con pena,
a aquella vida serena
en aquel tranquilo hogar.
Y a ESTELLA fue para hacer
con fruto el Postulantado,
una vez finalizado
el servicio militar.
Novicio, en PERALTA. Al fin,
con sentimientos devotos,
unióse a DIOS por los votos
de la santa Profesión.,
Desde entonces, sus oficios:
cocinero y hortelano
en su condición de Hermano
los cumplió a la perfección.
En el convento, apacible
su vida se deslizaba,
cuando en ESPAÑA estallaba
sangrienta guerra civil.
La HOZ y el MARTILLO fueron
contra la CRUZ sacrosanta.
Y con odio, que hoy espanta
contra CRISTO fue Lenin.
Por ser fieles al MAESTRO
mártires hubo a millares:
religiosos y seglares
en ofrenda sin igual.
Tintas en sangre quedaron
nuestras tierras españolas
¡Su imagen, las amapolas
sangrando por un trigal!
Sólo porque eran cristianos,
del odio víctimas fueron
y bajo el plomo cayeron,
de las balas, sin gemir.
Y a la manera de CRISTO,
sin hacer caso de agravios
con el perdón en los labios,
supieron todos morir.
Es gloria morir por CRISTO,
lavando la vestidura
en la sangre toda pura
del Cordero celestial
Y por eso, a los altares
la IGLESIA los ha elevado
y en sus manos colocado
la verde palma triunfal.
Y pues sus hermanos sois,
Oh ESCOLAPIOS, mis amigos,
¿en vuestra vida, testigos
no queréis ser de la FE?
Pues, luchad con valentía,
dando por CRISTO la cara
como DAVID de VERGARA,
que mártir por EL lo fue.
En su Beatificación
(25-X-I998)
Un pago campesino
fue la cuna en que vio la
luz primera
el beato FAUSTINO;
un mes de marzo era,
estrenada recién la
primavera.
Su hogar ,allí en GALICIA,
de humildes y cristianos
labradores,
fue la escuela propicia
donde aprendió valores,
de los hombres de bien
modeladores.
Cuando aún muy joven era,
tuvo noticias de la Escuela
Pía,
de fortuita manera;
la oposición vencía
y el hábito escolapio
recibía.
Angelical novicio,
sobresalió por su piedad
ardiente
y amor al sacrificio;
así rápidamente
subió de la virtud por la
pendiente.
Por CRISTO fascinado,
ya en sacerdote suyo
convertido,
dióse al apostolado,
a todos extendido,
por el celo más grande
consumido.
A jóvenes y niños
dedicó su labor con
preferencia
y todos sus cariños;
brindando a su existencia
los dos pilares de PIEDAD y
CIENCIA.
El estudio constante,
en los libros y la
Naturaleza
le hizo un sabio brillante.
Es suya esta grandeza:
haber sido maestro de una
pieza.
A su gran activismo
rica vida interior
correspondía.
Y con sano egoísmo,
ser la concha sabía
que se desborda sin quedar
vacía.
Completa fue su entrega
al darse a los demás como
las flores.
Y en su constante brega,
perlada de sudores
sintió también frecuentes
sinsabores.
Que DIOS a su fiel Siervo
le acrisoló con pruebas
dolorosas
de hondo sabor acerbo..
¡Las almas y las rosas
con espinas parecen más
hermosas!
De plantas como medios
para aliviar el sufrimiento
humano
creó muchos remedios.
¡Y es que el amor cristiano
en todo le empujaba hacia el
hermano!
La infancia femenina
a la que ve sumida en la
ignorancia,
a crear le determina
con mucha fe y constancia
una OBRA con impronta
calasancia.
Que son la RELIGIOSAS,
las HIJAS de la DIVINA
PASTORA,
que, cultas y piadosas,
en muchas partes, ahora,
ejercen su misión educadora.
De méritos cargado
-espiga al sol, en granos
bien copiosa-
al CIELO fue llamado.
Su muerte fue preciosa,
broche de oro a una vida,
igual de hermosa.
***
SIERVO de DIOS preclaro,
pedagogo
ejemplar. Padre FAUSTINO,
tu luz, brillante faro,
alumbra mi camino
hasta llegar un día a mi
destino.
Esa
"región luciente""
Patria
feliz, morada merecida,
si
sirvo a DIOS fielmente
y
aguardo su venida
conservando
mi lámpara encendida.
ROMA...Iglesia de Santa
DOROTEA;
allí y en una estancia sin
aliños,
dióse JOSÉ, entusiasta, a la
tarea
de enseñar la Doctrina a
pobres niños.
Los niños de la calle y del
arroyo,
sumidos en pobreza e
ignorancia;,
desde entonces tendrán todo
su apoyo,
en el MENTOR y PADRE de la
infancia.
Granito de mostaza en sus
inicios,
su original empresa
educadora
trocaráse en árbol, al
correr los días.
Y le serán los Cielos tan
propicios,,
que después de tres siglos,
siguen ahora,
plenas de vida sus ESCUELAS
PIAS.
AL SANTO PADRE
PADRE bueno,
PADRE santo,
de mis. labios
se desata desbordante
dulce canto, dulce canto
como brotan de la fuente
murmurante
puras aguas cristalinas
que besando van las flores
con sus ondas;
cual las notas argentinas
que desgrana en la enramada,
escondido
en la espesura de las frondas
el
melifluo ruiseñor;
como
brotan de las flores
los
suavísimos olores
al
arrullo de la brisa embriagador.
Porque el nimbo que circunda esa tu frente
yo lo veo deslumbrante
con
un brillo sin igual;
y tu
gloria, CALASANZ, es de gigante
y
arrebata mis sentidos y mi mente
y tu
nombre, PADRE mío, es inmortal;
Yo
te he visto, PADRE santo.
desbordando de tu pecho mil cariños,
arropar bajo tu manto
multitud
de pobrecitos, tiernos niños
que en
el lodo de la culpa mancillaban
sus
hermosas vestiduras
blancas,
puras,
cual
la piel de los armiños:
e
inconscientes desgarraban
convirtiendo
en mil jirones
la
inocencia de sus tiernos corazones.
Y
te vi que les hablabas
con
ternuras exquisitas
y
amoroso acariciabas
sus
inquietas y menudas cabecitas;
y que oían muy atentos
de tu cálida palabra los acentos
y a sus almas descendía
cual rocío de los cielos
y a su influjo renacía su
candor;
y su cuerpo se vestía
de mil galas;
y de aquellos pequeñuelos,
como tímidos polluelos,
escondidos al abrigo de las alas
de amorosa y tierna madre,
dulces notas armoniosas se
elevaban
y que en ellas le aclamaban
¡PADRE, PADRE!
con rendido, fiel amor...
Y vi un árbol corpulento
cuyas ramas mil naciones
abrazaban,
que llegaba al firmamento,
y las gotas de tu frente lo
regaban.
Y avecillas, a. millares.
a formar allí sus nidos
acudían
de los más remotos mares
y en tus manos encontraban
el sustento que con ansias
anhelaban.
Y con ímpetu violento
vi que el viento
aquel árbol azotaba sin
cesar,
y las aves en bandadas,
de sus nidos arrojadas,
por los ámbitos del cielo vi
volar...
Y quedaron en las ramas
suspendidos
muchos nidos
como cunas ¡ay! vacías,
sin cantares ni armonías
que subieran melodiosas a
los ciclos
como férvida oración
y las hojas de los suelos
y las hojas de los suelos
por el viento huracanado
arrastradas en revuelta
confusión...
Y
vi que hombres desalmados,
sin conciencia, con un odio encarnizado
calumniaban
de mil modos tu inocencia
y
probaban tu virtud y tu paciencia
instigados
por Luzbel;
y tu frente coronaban
con
espinas y acercaban
a tus labios, PADRE mío,
amarga hiel,
y
te vi que sucumbías aplastado
PADRE bueno. PADRE santo,
un gemido de tu boca sin
brotar;
y
al mirarte en ese estado
de
mis ojos triste llanto
silencioso comenzóse a
deslizar...
Mas el llanto, PADRE mío,
convirtióse pronto en gozo,
porque vi, con nuevo brío,
aquel árbol que creciera tan
pujante
comenzar a retoñar y
florecer;
y trocóse en alborozo
al mirarte a ti triunfante,
circundado de querubes
y llevado como en andas por
las nubes
a la gloria de los cielos
ascender.
Y brillar, amado PADRE, vi
tus sienes
con vivísimos fulgores
en un trono sin igual,
recibiendo calurosos
parabienes
de los santos moradores
de la Patria celestial.
Y escuché que en dulce canto
te llamaban santo, santo
ante
el Dios de Sabaot;
y que ingentes multitudes
en la tierra celebraban tus
virtudes
repitiendo: santo, santo...
nuevo Job!
Y mi gozo hoy sube tanto
que mi mente juvenil casi
delira
de vivísima emoción;
mas no puedo de las cuerdas
de mi lira
arrancar el deseado y bello
canto
expresión de lo que siente
el corazón.
Pues
tu gloria se agiganta por instantes
y en el cielo de tu ESPAÑA
la neblina ya no empaña
los
fulgores de tu nombre rutilantes;
y sus próceres le aclaman
y celebran entusiastas tu memoria,
y los niños y los jóvenes te aclaman
y publican tus grandezas con afán...
A sus voces yo
me uno entusiasmado,
PADRE santo,
PADRE amado;
y con férvido entusiasmo mi garganta
canta y canta:
«Por
las gradas de la Gloria,
de mil perlas esmaltadas
a
tus últimas moradas
¡sube. sube, PADRE mío,
CALASANZ
APUNTE
Es el patio un hervidero
de niños. Algarabía
de gritos y risas. Corren
de aquí para allí. Se agitan
con el entusiasmo propio
de sus años...Aguas limpias
de torrente, van llenando
de sonatas sus orillas,
sin que en remansos de culpa
pierdan su luz cristalina.
Hace frío. Sopla el viento
con fuerza. La algarabía
cesa de pronto. En el aire
quedan sus notas perdidas...
Ya la bandada de niños
penetra en la jaula tibia.
Silencio. Solo las hojas
al ser aupadas, suspiran...
De los aleros cercanos
los pajarillos que espían
el momento, van bajando
presurosos. La comida
la van hallando en los
restos
que los niños desperdician.
¡Oh, qué contentos se ponen
cuando encuentran unas
migas!
¡Qué pena pensar que luego
no encontrarán jaula tibia!
¡Ay ,pajarillos en estas
mañanas de otoño, frías!
*
Meditación silenciosa
que el alma me dulcifica:
“Entre los niños y pájaros,
¡qué de afinidades lindas.!
Pero, ¡qué fuera de
aquellos,
sin JOSÉ y su ESCUELA PÍA!”
COLOQUIO
Sandalias de
CALASANZ,
pobres y
humildes sandalias,
que sin palabras
me habláis
de apostólicas
andanzas,
¿qué soñáis para
sus hijos
en esta histórica etapa,
cuando ya por todo el mundo
se achicaron las distancias
y ya en el umbral los
hombres
del tercer milenio se
hallan?
Vuestro bello simbolismo
les apremie, infunda ganas
de llegar; les meta prisas
de caminos y de marchas;
anhelos enfebrecidos
de
sucesivas andanzas
y
que sus pasos seguros
repitan
vuestras pisadas,
por
los caminos del BIEN
que
las espinas esmaltan.
CORONA DE LAS DOCE
ESTRELLAS
La capilla....la
VIRGEN... A sus plantas,
CALASANZ y sus
niños, sus amores
desgranan como
perlas los primores
de una oración,
bellísima entre tantas.
Es de alabanza y gratitud al
PADRE,
al ESPÍRITU y al HIJO, en
sintonía,
por doce
gracias, dadas a MARÍA, .
como Hija, como
Esposa y como Madre.
Yo la rezo y mi alma desahogo
y aviva al tiempo mi filial, cariño,
.gusto el placer de las plegarias bellas.
Obra cabal de
aquel gran Pedagogo,
que como nadie
conociera al niño,
es la CORONA de
las DOCE ESTRELLAS.
EL MILAGRO DEL NIÑO RESUCITADO
(Frascati, 1640)
Pálido
lirio, el .tierno niño inerte
con
sus dos manos CALASANZ levanta
hacia
la imagen de la VIRGEN SANTA,
pidiendo lo rescate de la
muerte.
Mientras, los niños de la
Escuela Pía
cantan la SALVE, con sus
voces de oro,
formando todas un perfecto
coro,
modelo de fervor y de
armonía.
Al terminar, el niño rompe
en llanto...
Todos gritan: ¡Milagro!, a
boca llena.
lo ha devuelto la VIRGEN a
la vida,
como a su madre
lo devuelve el SANTO,
antes
desesperada por la pena
¡y ahora, de
puro gozo, enloquecida!
FLORECILLA CALASANCIA
Entró JOSÉ en el tugurio,
morada de la pobreza,
dulcemente presionado
por la insistencia materna:
“Padre, por amor de DIOS,
venga a ver a mi hija
enferma”
confiada en que también
le socorrería, al verla.
¡Qué cuadro vieron sus ojos!
En el pequeño tugurio
reinaba por todas partes
la más completa miseria;
pero las dos moradoras
eran ricas en paciencia,
en un amor entrañable
y en la piedad más sincera.
¡ La madre igual que la hija
eran en extremo buenas!
Así, jamás de sus labios
brotaba la menor queja
y sí la flor aromada
de una oración, con
frecuencia.
En sillón desvencijado
reposaba la hija enferma,
casi del todo baldada,
sin poder moverse apenas.
Quince años llevaba así,
sometida a dura prueba.
Era su nombre VICTORIA
y le venía de perlas,
puesto que había logrado
la victoria más completa
sobre todas y cada una
de las múltiples dolencias
que a quietud casi total
a su cuerpo redujeran.
Así, una paz infinita
mostraba su faz serena;
sus hermosos ojos grandes
una esperanza risueña
y la rosa de sus labios
una sonrisa hechicera.
¡Tal el sol, a veces, brilla
radiante, entre nubes negras!
***
Acomodado JOSÉ
a la vera de la enferma,
comenzó a hacerle preguntas
sobre la DOCTRINA...Y ella
lo dejó asombrado, dando
a todas, cabal respuesta.
Y maravillóse aún más,
al oír de la doncella
contar minuciosamente
de la forma más ingenua,
cómo empleaba su tiempo
Y cómo su mente le era
un medio `para avanzar
de la virtud por la senda.
Y este es el breve relato
que a JOSÉ, VICTORIA
hiciera:
Una vez que su madre la
vestía
y la arreglaba bien cada
mañana,
en un viejo sillón desvencijado
con cuidado y amor la
acomodaba.
Cerraba ella los ojos. y al
instante,
se santiguaba y con gran
piedad
y comenzaba, igual todos los
días,
su peregrinación espiritual.
Volaba hasta las puertas de
San. PEDRO;
el acto hacía allí de
contrición;
luego, los siete altares
visitaba
y terminaba ante el de la
CONFESIÓN.
Aquí rezaba el CREDO. y
saboreaba
esas verdades de nuestra
santa FE.
Y al Apóstol decía: ADIÓS,
dejando
la flor de un tierno beso en
cada pie.
*
Su vuelo imaginario alzaba
entonces,
emprendiendo el camino hasta
SAN PABLO.
Y
durante el trayecto, despacito,
desgranaba
las cuentas del rosario.
Cumplía allí con ciertas
devociones...
Y nuevamente, con la
imaginación,
rezando otros misterios del
rosario
llegaba hasta SANTA MARÍA,
la MAYOR,
En
una de sus muchas estaciones
oía
con fervor la SANTA MISA
Y,
hecha la Comunión espiritual,
extensa
acción de gracias la seguía.
Visitadas
así muchas iglesias,
terminaba
su viaje espiritual
y
abría entonces sus hermosos ojos
a
la triste y penosa realidad.
"Solo entonces, ya
tarde consumía
una pobre menestra que,
amorosa,
le daba su mamá, con el
aporte
de un hermano pintor de
brocha gorda.
Y
así todos los días, años y años,
sin
decaer jamás de su fervor,
dichosa con su suerte y con su madre,
vivía
solamente para DIOS...”
Imposible describir
la gratísima sorpresa
que causó a JOSÉ el relato
de aquella joven enferma.
¡Qué maravillas había
la gracia de DIOS hecho en
ella!
Era un prodigio VICTORIA,
de virtud. ¡Qué gran riqueza
la de su vida interior
que le daba tanta fuerza!
Era, sin duda, la joven
un alma de esas, selectas
que el CUERPO MÍSTICO
esconde
con tantísima frecuencia,
frente a los SANTOS famosos
que en. la IGLESIA se
veneran.
¡Margaritas de los prados,
violetas entre la hierba!
***
Tras
dar limosna a la madre,
y
bendecir a la enferma,
prometiendo
en adelante
visitarlas
con frecuencia.,
de
celestiales consuelos
se
fue con el alma llena.
En
aquel feo tugurio,
había
un. alma. más bella
que
las bellezas innúmeras
que
en bellísimas iglesias,
asombro
de los mortales,
guarda
la CIUDAD ETERNA.
¡No
hay artista, aunque sublime
que
a DIOS compararse pueda
si
a un alma acoge y su gracia
como
a VICTORIA modela.!
***
(Era el año mil seiscientos
y un día cualquiera
era.)...
-II-
Fervientemente su oración derraman
JOSÉ y sus niños de la escuela pía,
ante la dulce imagen de
'MARÍA,
a la que tanto, como madre,
aman
Como el.
incienso en perfumadas nubes,
de los cielos
asciende a las alturas.
¡Es la plegaría de unas
almas puras
que son admiración de los
querubes!
La recibe la VIRGEN,
complacida.
Y el DIOS-TRINO agradece la
fineza
de tanto amor, en tantas
muestras bellas.
¡Sí, ELLA es la mujer, del
Sol vestida.,
con la luna a sus pies y en la cabeza
la corona que forman Doce
estrellas.!
MEDITACIÓN
Estas sandalias
humildes
que el SANTO
PATRIARCA usara,
me evocan
tiempos lejanos
con un tinte de
nostalgia;
aquellos siglos, testigos
de su existencia tan larga,
y que dejaron en ellas
su bien perceptible pátina
Con ellas, le veo andando
por las calles empedradas
y las plazas, con adornos
de obeliscos y fontanas,
de ROMA, siempre impelido
por las mas divinas ansias.
Visitando, muy devoto,
las siete Iglesias romanas;
también la. de Sta. PRAXEDES
y aquella tan afamada
de la MADONNA dei MONTI,
bella invocación mariana.
***
Si a los palacios subieron
de eclesiásticos jerarcas
de eclesiásticos jerarcas
y hollaron - él ruboroso--
hermosas
alfombras blandas
fue solo para
pedir
con la limosna, su. gracia
para la obra de sus sueños,:
su ESCUELA PÍA adorada.
Pero yo prefiero verlas
cogiendo polvo en las aulas,
-hacia éstas,
una querencia
irresistible le
arrastra-
donde la PIEDAD y LETRAS
en un abrazo se hermanan
y. los
niños, sus amores,
aprenden,
rezan y cantan.
En los años, en
que el cáliz
bebió de hieles
amargas,
los niños fueron su alivio,
oasis fueron las aulas,
con brisas de paraíso
y un batir de blancas
alas...
¿Me equivoco, si yo pienso
que en aquella fecha aciaga:
ocho, agosto,
mil seiscientos
cuarenta y dos -
las calzaba,
cuando lo llevaron preso
del Santo Oficio los
guardias?
¡Delincuente el santo
anciano,
cuando
en aquellas estancias
no
había ninguno digno
de
merecer desatarlas!
¡Era
viernes aquel día
y
otro VIERNES recordaba!
PROPÓSITO
Ante
vosotras y DIOS,
prometo
que con su gracia,
por
caminos de humildad
he
de andar cada jornada,
las
huellas siguiendo, fiel,
que
CALASANZ nos dejara,
luminosas
como estrellas,
como
rosas, perfumadas...
Os
dejo, mas vuestra imagen
profundamente
grabada
la
llevaré en mis pupilas
y
en los redaños del alma,
¡sandalias
de CALASANZ,
pobres
y humildes sandalias!
(I556-I648)
Ni la palma del mártir
enarbola
ni luce la birreta de
doctores;
circunda su cabeza la
aureola,
suave y sencilla de los
confesores.
Ajeno a los honres y a la
coba,
por lo humilde y corriente
se desvela.
¡Podéis verlo, con las manos
en la escoba,
barriendo el polvo de una
pobre escuela!
Empleó su saber y larga vida
a favor de la infancia
desvalida,
que fue su dicha, su
ilusión, su encanto.
Por su paciencia, grande en
la desgracia,
“JOB-le llamaron-de la Ley
de Gracia”...
¡JOSÉ de CALASANZ es este SANTO!
-II-
Años y años caminó con ellas,
esposo fiel de la pobreza santa;
¡Trabajo tuvo al
anotar sus pasos
el Ángel de su
Guarda!
Siempre buscando el bien
para sus niños,
gastó su vida sacrificada y
larga;
de tanto caminar como su
dueño
ellas también quedaron
desgastadas.
Pobres, humildes, viejas,
que el recuerdo nos tiñen de
nostalgia
y al SANTO de los niños nos
evocan,
estas son -visitante- sus
sandalias.
ULTIMA COMUNIÓN
DE SAN JOSÉ DE CALASANZ
(Cuadro de Goya)
Sobre rojo cojín
arrodillado,
con la piedad más honda y
más sincera,
va a recibir a Dios, por vez
postrera,
en la Sagrada Comunión
velado.
Sus hijos escolapios lo
rodean
y los niños, imán de sus
amores,
libres por él —¡con cuántos
sinsabores!—
del vicio y del error que el
alma afean.
Al gozo de comer el Pan de Vida
se junta el de su GLORIA presentida,
que, en haz de luz, sobre su frente brilla.
El rostro de JOSÉ, todo un
poema
de suma paz, de beatitud
suprema...
¡Goya, genial, pintó esta
maravilla!
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super
ResponderEliminarmaravillosas florecillas colmadas de inspiración
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