A Jesús en la Eucaristía.

ABISMO DE HUMILDADES...

Abismo de humildades infinitas,
cuando en la oblea cándida te ocultas
y en el copón dorado te sepultas  
y en el sagrario solitario habitas.

No me sorprende que encubrir quisieras
tu soberana Majestad divina;         
sí, que a un poquito de nevada harina
tu condición humana redujeras.

¿Por qué, SEÑOR, tu Majestad se humilla,
obrando la increíble maravilla
de vivir, hecho PAN, junto a mi vera?

Porque es mi delicia para que tu te asombres,
el estar con los hijos de los hombres.
¡Los amo con locura...es mi manera!

            


INVITACIÓN A JESÚS

Adornaré, JESÚS, el alma mía
 con pétalos de rosa y azucena;
así estará, al recibir la EUCARISTÍA,
llena de amor y de pureza llena.

Quiero que en ella, cuando huésped mores,
a tus anchas, felicísimo, te halles,
Amado mío, Amor de los amores.
"flor de los campos, lirio de los valles.”

Renuncio a tus consuelos de buen grado.
Y si en verdad descanso necesitas
"te brindo en mi alma un apacible asilo.

-¿Qué estás rendido?-Pues, descansa, Amado.
Y olvidando tus penas y tus cuitas, .

cierra los ojos y duérmete tranquilo


AL ALBA DESPERTÉ....

Al alba desperté y espabilado,
Volé al sagrario tuyo, JESÚS mío.
(vi de estrellas el cielo constelado
y parecían tiritar de frío).

Te dije lo de siempre: que te quiero
con toda mi alma, corazón y mente.
Y porque en él, por mí, estas TU prisionero 
muchas gracias te di rendidamente.

Me vi feliz, porque a mi vera vives,
y a cualquier hora, amable, me recibes
amor de mi alma y de mi vida Dueño.

Y siguiera, adorándote de hinojos
si no llamara a mis cansados ojos 
¡JESUS, qué pena, el implacable sueño!,
¡qué pena, el implacable sueño!


ANTES QUE ANULE....

Antes que anule mi conciencia el sueño,
 mi corazón en tu Sagrario queda.
TU lo sabes, SEÑOR, para que pueda
latir y amar junto a su dulce DUEÑO.

Y al advenir la luz del nuevo día,
dando a las cosas su perfil entero,
en mi pecho otra vez lo recupero
para seguirte amando por el día.

Quiero de día y noche, JESÚS mío,
amarte con pasión, con ese brío
con que se aman los finos amadores.

¡Y a ver si así compenso avaramente
el desamor y olvido negligente
de tiempo atrás, AMOR de los AMORES!



JUEVES SANTO

Aunque de sol la tarde se engalana,
 al celebrar JESÚS la última CENA,
hiere su corazón profunda pena
ante la despedida ya cercana.

¡EL partirá! Y solos en el mundo,
quedarán sus discípulos amados.
A su dulce presencia acostumbrados
el vacío, sin EL, será profundo.

Del todo, no. Su amor omnipotente
hará eterna entre ellos su presencia
con el prodigio de la EUCARISTÍA.

PAN vivo que a las almas alimente
y AMIGO para toda confidencia
en cordial y entrañable cercanía.


BIENVENIDO, AMOR MÍO....

¡Bienvenido, AMOR mío, bienvenido
a este mí corazón, tu casa ahora.
Ve que fuera de TI, nadie en él mora,
siente al instante su calor de nido.

Como "lirio- te llamas- de los valles"
y apacentarte entre azucenas sueles,
con ellas lo he adornado y con claveles
para que, a gusto y a tus anchas, te halles.

Gracias, SEÑOR, porque a mi casa vienes
cada día y en ella te detienes,
pues te sabes amado y comprendido.

Yo soy feliz, feliz con tu visita.
Por eso, déjame que te repita:
¡BIENVENIDO, AMOR MÍO, BIENVENIDO!


BIEN SABES, TU, SEÑOR....

Bien sabes TU, SEÑOR, cómo procuro
siempre que de tu altar subo las gradas,
 llevar las manos, limpias y aromadas,
 y el corazón, lo más que puedo, puro.

Y sabes que no existe madre buena
que trate a su bebé con la ternura
con que yo a Tí, presente en la HOSTIA pura,
cuando te tomo y dejo en la patena.

Hacerte descender hasta mis manos,
tocarte y repartirte a mis hermanos
 es un honor que el más excelso estimo.

Agradecido quiero estar a todo.
Y esto te lo agradezco de este modo:
¡TRATÁNDOTE, SEÑOR, CON TODO MIMO!



COMO VUELA LA TÓRTOLA...

Como vuela la tórtola a su nido
donde su amante esposo la reclama,
vuelo al Sagrario en ansias encendido
donde mora JESÚS que tanto me ama.

Como sedienta el agua de la fuente
busca la cierva en rápida carrera,
busco el Sagrario donde está realmente
la fuente de la VIDA verdadera.

A la vera del santo Sacramento
la misma sensación experimento:
"que es delicioso estar con el AMADO."'

Y bebo un agua que, siendo viva y pura,
sacia mi sed de amor y de ventura
en la tórtola y la cierva figurado.


CON EL ALMA CANSADA....

Con el alma cansada hasta Tí vengo
y en los combates de la vida herida.
Y ante tu altar, de hinojos, me detengo,
en el que brilla lámpara encendida.

Yo no te veo y TU nada me dices;
pero estando contigo, me parece
que cerrando se van mis cicatrices
y suavemente una ilusión florece.

Que nunca me hables, que jamás te vea,
de modo alguno impiden que yo crea
firmemente, SEÑOR, en tu presencia.

¡Sí, estás ahí, MEDICO DIVINO,
pues siempre con amor y tacto fino,
curas mi alma de cualquier dolencia!



COMO EN BETANIA

¡Con qué esmero, JESÚS, las dos mujeres
su mansión te dejaban preparada,
suavemente de espliego perfumada,
todo ordenado y limpios los enseres!

Un tantico impacientes y nerviosas,
tu llegada esperaban. Y, hospedado,
te sentías feliz, viéndote amado,
y ellas también, sirviéndote, dichosas.

Como MARTA y MARÍA, yo procuro
tener, SEÑOR, mi corazón muy puro
al recibirte todas las mañanas.

Yo me siento feliz de estar contigo.....
 ¿Y TU, JESÚS, lo estás también conmigo,
como en BETANIA, con las dos hermanas?


LA EUCARISTÍA, SOL RESPLANDECIENTE

Con todas las bellezas que atesora
esta tierra, por hoy morada mía,
 sería para mí desoladora
sin la presencia de la EUCARISTÍA.

Radiante SOL, de luz no cegadora,
fuente de amor, de vida y de alegría;
SOL especial, pues el ocaso ignora
y brilla igual de noche que de día.

Si puedo contemplar sus resplandores,
aunque en la tierra no haya sol ni flores,
yo te veré vestida de hermosura.

Y como este divino SACRAMENTO
sea mi compañía y mi alimento
 ¡no temeré jamás "la noche oscura" ¡



ANTE EL MONUMENTO

 Constelación de ardientes corazones
quemándose en las llamas de los cirios.,
férvida emulación de tus delirios,
pelícano que anidas en copones.

Mueren de amor, vertiendo exhalaciones
perfumadas, las rosas y los lirios
para endulzar la hiel de tus martirios,
 en esa soledad de tus prisiones.

Así, de esta mi vida hasta hoy helada,
cirio y flor, a la vez, hacer quisiera
por que fuese una vida enamorada.

¡Por qué fuese en tu vida carcelera,
una rosa a tus plantas deshojada,
como un cirio ,quemándose a tu vera!



CREO, JESÚS, QUE EN EL SAGRARIO.

Creo, JESÚS, que en el Sagrario moras,
esa cárcel de amor, oscura y fría,
en la que, a veces, ves pasar las horas,
sin que llegue ninguna compañía.

Tremenda soledad la que padeces
y paciencia sin límite en la espera.
j Y todo por amor! Bien te mereces
que todo el mundo, con pasión, te quiera.

Como incontables almas han amado
tu santa EUCARISTÍA y aliviado
esa tu soledad con su presencia.

Entre las cuales siénteme incluido,
pues bien sabes, JESÚS, que, agradecido,
mi corazón ahí tiene su querencia.



GRAN VENTURA

 Creo en verdad, SEÑOR, que a todas horas
los Ángeles te brindan compañía
que pugnan por estar, ¡santa porfía!
en torno del Sagrario donde moras.

Recogidas sus alas, de rodillas,
ellos, "objeto de tu complacencia"
adoran con devota reverencia
la Maravilla de tus maravillas.

Rendidamente yo también te adoro
y mi gozo no tiene paralelo,
cuando a mi vienes en la Hostia pura.

Emocionado, algunas veces lloro,
al pensar que los Ángeles del Cielo
no tienen como yo tan gran ventura.



¿CREES TU, ALMA?

¿Crees tu, alma, verdaderamente
que en el sagrario, en la EUCARISTÍA,
 habita de manera permanente
JESÚS, HIJO de DIOS y de MARÍA?

Algo maravilloso y sorprendente
esta increíble y dulce cercanía
de DIOS, cuyas delicias, ten presente
son estar con los hombres, noche y día.

Responde, alma: ¿eres aún sensata
y todavía no te has vuelto loca
de amor, de gratitud y de contento?

Pues si es así, tu eres muy ingrata
la ciencia del amor en tí es muy poca
!no valoras aún tal SACRAMENTO!

CUANDO EN LAS NOCHES...

Cuando en las noches entregado al sueño,
me despierto de pronto, a cualquier hora,
es tu recuerdo el que a mi mente aflora,
sin que tenga que hacer ningún empeño.

Veloz, más que la luz vuelo a la vera
de tu Sagrario, AMOR de los AMORES,
donde late con tenues resplandores
la lámpara, tu eterna compañera.

Te hablo, JESÚS, como al mejor amigo.
Te hago mis confidencias; y te digo
esos requiebros que tu pecho anhela.

Retorna el sueño...Y sin querer, me alejo,
mas no del todo...¡Pues en el ara dejo
prenda de amor, mi corazón en vela!



CUANDO VIENES SEÑOR...


Cuando vienes, SEÑOR, a mi morada,
como HUÉSPED y AMIGO te recibo.
Y TU sabes muy bien que me desvivo
para tenerla limpia y adornada.

Para tenerla limpia y adornada
no preciso, en verdad, de otro motivo
que saber que TU, el HIJO de "DIOS vivo,
entras, humildemente, en mi morada.

La adornan siempre flores muy hermosas
"lirios, claveles, azucenas, rosas,"
con tu gusto en perfecta, sintonía.

Yo me siento feliz de estar contigo,,
Y deseo que a Tí, HUÉSPED y AMIGO,
te resulte muy grata la estadía.



CUANDO, SEÑOR, ME VEO...

Cuando, SEÑOR, me veo arrodillada
en la augusta quietud del santuario,
clavo al punto mi vista en el sagrario
y digo mi plegaria acostumbrada:

"¡Cuánta envidia me causa esa morada
donde TU permaneces noche y día;
y qué dolor, pues en el alma mía,
sólo un ratito estás cada jornada!

Mira, SEÑOR, ya no desnudo y frío,
sí, adornado y caliente el pecho mío,
apto para sagrario permanente.

Tiene lirios y rosas encendidas.
Y pues que son tus flores preferidas,
¡VENTE A MI PECHO PARA SIEMPRE, VENTE!”



CUANDO POR LAS RENDIJAS...

Cuando 'por las rendijas de mi alcoba
se insinúa la luz del nuevo día,
va despertando la. conciencia mía
y el dulce sueño de mis ojos roba.

Despierto, al fin. Y pienso con ternura
en el SEÑOR que en el Sagrario mora;
es lo primero que a mi mente aflora
y lo postrero que, al dormir, perdura.

¡LA EUCARISTÍA! E! vendrá a mi pecho
calladamente como siempre suele,
porque el amor más grande es el callado.

Alborozado, salto yo del lecho,
deseando que el tiempo corra y vuele
para estar y gozar con el AMADO.



CUANDO EN MIS MANOS....

Cuando en mis manos, oh SEÑOR, te elevo
y de hinojos te adora el pueblo santo,
 de mi tremenda potestad me espanto
y hasta el fondo del alma me conmuevo.

Te sostengo en mis manos temblorosas,
DIOS que, a mi vez, hasta la FORMA vienes,
cuando eres TU, en verdad, el que sostienes
en tus manos de amor todas las cosas.

Si yo te tuve en tantas ocasiones,
si mil veces mis ojos asombrados
te miraron, sin verte, en la HOSTIA PURA;

En el día final no me abandones.
¡Y haz que mis ojos vean extasiados,
cara a cara, sin velos, tu HERMOSURA!



SAGRARIO
A una mujer, llamada así

Cuantas veces me veo arrodillada
delante del Sagrario. JESÚS mío,
donde cautivo estás por tu albedrío,
me siento muy feliz y emocionada.

TU sabes bien, pues que lo sabes todo,
que es porque el nombre de SAGRARIO llevo.
¡Me gusta tanto que por otro nuevo
no lo cambiaba yo de ningún modo.;

Ves cómo recibirte yo deseo
ardientemente, porque así me veo
en Sagrario viviente convertida.

¡Y por siempre quisiera retenerte,
pues que tendría así la inmensa suerte
de ser Sagrario tuyo de por vida!



DE HOMBRE TE DISFRAZASTE....

De hombre te disfrazaste y de hortelano
para mostrarte al mundo y a MARÍA.
¿Quién, de esa guisa, descubrir podía
lo que eras de verdad: DIOS SOBERANO?

Aquí, queda escondido hasta lo humano
en un poco de pan. ¿Quién lo diría?
Todo es grandioso en tu EUCARISTÍA,
mas para los sentidos está arcano.

Sólo la FE descubre tu presencia,
dulce JESÚS, en ese SACRAMENTO,
prodigio de tu amor omnipotente.

Yo te adoro, a pesar de la apariencia,
MANA del Cielo, espiritual sustento,
dulce HUÉSPED, amigo y confidente.



¡DE RODILLAS, OH ALMA,,,!

¡De rodillas, oh alma, de rodillas,
que estás ante JESÚS SACRAMENTADO,
de muchas y brillantes lucecillas
y de oloroso incienso rodeado!

Es el mismo JESÚS, a quien dio vida
en su seno purísimo MARÍA,
cuya carne de NIÑO fue nutrida
con leche virginal, pura ambrosía.

ELLA, ostensorio del recién nacido,,
lo mostró- PAN del Cielo descendido. -
para ser adorado, a los pastores.

¡Ténlo presente siempre! ¡Y tu, ahora,
con el mayor fervor y amor, adora
a su HIJO, el AMOR de los AMORES!



DULCE PRESENCIA....

Dulce presencia, nunca interrumpida,
es JESÚS en el Santo Sacramento;
mas de modo especial es alimento,
sacro convite y celestial comida

Sacro convite y celestial comida,
cuya figura fue el maná. El único sustento
del pueblo de ISRAEL, en movimiento,
en busca de la Tierra prometida.

"El que come a JESÚS en EL habita,"
y éste un germen de vida deposita
que le ha de hacer vivir eternamente.

Será la muerte accidente pasajero,
pues el DIOS de la Vida, el postrer día,
lo ha de resucitar resplandeciente.



EN ESTADO LETÁRGICO...

En estado letárgico pareces
en el frío Sagrario prisionero;
ni voz ni movimiento, el más ligero,
señal de vida, al que se acerca ofreces.

La fe me enseña, claro y sin dobleces,
que estás ahí, DIOS Y HOMBRE verdadero.
Lo creo firmemente y te venero
con la humildad y amor que te mereces.

Contra toda apariencia, sé que vives
y que amas y que esperas y recibes
feliz, el homenaje de tus fieles.

Gracias por tu presencia recatada.
¡Y ahora, prenda de mi alma enamorada,
aquí tienes, SEÑOR, estos claveles!



AL ATARDECER

No he de dejarte solo, JESÚS mío.
 en tu cárcel oscura del sagrario,
do vives, prisionero voluntario.
prisionero de amor.
Iré todas las tardes muy  quedito,
al esconderse el sol agonizante,
 a recibir tus rayos, Sol radiante,
de luz y de calor.

TU alumbrarás con vivos resplandores
mi mente por tiniebla oscurecida-
TU alumbrarás la senda de mi vida
que ha de llevarme a Tí.
TU encenderás mi corazón aún frío
de tu divino amor entre las llamas,
Y al decirte bajito " si me amas"
TU me dirás que "sí"

Yo inclinaré mi frente dolorida
como tu amado JUAN, sobre tu pecho
y a los tibios calores de ese lecho.
¡qué bien descansaré!
Y te diré mis penas y mis cuitas,
 lo triste que es vivir en este suelo.
La nostalgia que siento por el CIELO,
mi ansia de estar allí.

TU dejarás caer sobre mi alma
palabras con frescura de rocío;
y de la paz. -JESÚS" que tanto ansío
me calmarás la sed.
Y cuando llegue el tiempo de dejarte,
me quedaré, "JESÚS.- con el deseo.
Y más aún. tu hermoso conopeo
será la dulce red,

do quedará mí corazón prendido,
cual trofeo que cuelga de una tienda,
de mi cariño eterno como prenda,
cautivo de tu amor.
Y así, al salir, veré más bello el mundo;
no me será la vida tan penosa.....
¡Todo. -JESÚS," tendrá color de rosa
y yo seré mejor!



LA EUCARISTÍA, TESORO DE LA  IGLESIA


El gran tesoro que la IGLESIA tiene
es el regalo de la EUCARISTÍA;
es única, infinita su valía,
pues al mismo SEÑOR en sí contiene.

“A su pequeña grey “ de ella le viene
su increíble y constante valentía
en las luchas que, un día y otro día,
aquí y allí, contra LUZBEL sostiene.

Centro es para la IGLESIA de su vida,
dulce presencia, celestial comida,
fuerza que atrae del imán al modo.

Ella adora al AMOR de los Amores.
Y vive, confiada y sin temores,
pues EL, desde el Sagrario, puede todo.



ESA LLAMA, PEQUEÑA...

 Esa llama, pequeña y vacilante
que arde cabe tu altar, de noche y día,
es la dulce señal gratificante
de un Misterio de amor: LA EUCARISTÍA.

  Es ofrenda de amor su breve vida
a QUIEN, con preferencia, el amor quiere;
e instante tras instante consumida,
junto al mejor de los amantes muere.

 Cuando la miro en la quietud del templo,
atraído me siento por su ejemplo
y copiarlo en mi vida yo quisiera.

 Haciendo de ella llama de amor viva.
Y permanente lámpara votiva,
ardiendo por JESÚS hasta que muera.



ESTA AHÍ, SEÑOR...

Estás ahí, SEÑOR. ALFA y OMEGA,
PRINCIPIO y FIN de todo lo creado,
a tu oficio de siempre consagrado:
una amorosa y permanente entrega.

ESTAS ahí.-Así todo el que llega
es por TI recibido y escuchado
y al corazón herido o conturbado
tu bálsamo le cura y le sosiega.

ESTAS AHÍ.- PAN que del cielo viene
y que toda dulzura en sí contiene,
firme sostén para los viadores..

ESTAS AHÍ.-De tu PASIÓN, memoria,
seguro aval de la futura Gloria,
¡oh dulce imán, AMOR de los amores!



EN EL SAGRARIO ESTAS...

En el Sagrario estás, en el Sagrario,
oculto y silencioso, JESÚS mío,
convertido en recluso voluntario
por tu inmensa bondad y poderío.

Sin que tu humana condición se vea.
ni la divina; entrambas escondidas,
en una diminuta y blanca oblea,
únicamente por la fe creídas.

Nada más familiar y más cercano
que el pan, que lo partimos con la mano
y es alimento usual de cada día.

PAN para el alma, celestial y puro;
de la gloria celeste aval seguro..
¡ESO ERES TU. ESO ES LA EUCARISTÍA!



EN EL SILENCIO ...

En el silencio del recinto santo
cuando ante tu Sagrario me arrodillo,
no es su estética forma ni su brillo
lo que me atrae, de momento, tanto.

Es, SEÑOR, tu silencio permanente,
día tras día, en siglos mantenido;
es tu vivir oculto, sin latido
que solo débil luz hace patente.

¿Por qué te abajas a tan hondo abismo?
¿y por qué como si esto fuera poco
renuncias a tu voz y a tu albedrío?

Y yo creo escuchar siempre lo mismo:
“Cuando es grande el amor, calla y espera.
¡Y no hay amor tan grande como el mío!”



¡ES VERDAD, ES VERDAD ¡...

¡Es verdad, es verdad! Está presente
el mismo HIJO de DIOS y de MARÍA,
oculto en la Sagrada EUCARISTÍA,
de su infinito amor claro exponente.

¡Es verdad, es verdad! Omnipotente,
cosa no pudo hacer de más valía
siendo infinita su Sabiduría,
no supo hallar un don más excelente.

A una oblea pequeña reducido,
en un pobre Sagrario recluido,
mora el SEÑOR JESÚS, días y días.

 “Son mis delicias -para que te asombres-
habitar con los hijos de los hombres”
¡Estar con EL será también las mías!



ENTRE MIS  DEDOS...

Entre mis dedos, en la FORMA naces,
cada vez que en la MISA la consagro;
no veo, pero creo que  un milagro
cuando en tu CUERPO la conviertes, haces.

Mi humilde barro, mi modesta arcilla
en vaso de elección TU has convertido;
y de mi voz y voluntad servido
al realizar tamaña maravilla.

Que yo soy TU; mi voluntad, la tuya.
Tuyas mi voz como las manos mías,
humildemente y con temblor prestadas.

Jamás mi dignidad yo prostituya.
¡Y TU guarda mis manos, puras, pías
que un día tuvo blanca cinta atadas!



EL AMOR A LOS TUYOS...

El amor a los tuyos fue supremo;
eso fue la constante de tu vida.
Con amor siempre fiel y sin medida,
los amaste, SEÑOR, hasta el extremo.

Lavas sus pies como si esclavo fueras.
Y para no dejar su compañía,
inventas la sagrada EUCARISTÍA.
momentos antes que por ellos mueras.

Amar es combatir el egoísmo,
no dando cosas, dándose a sí mismo
como TU, que te rompes y te entregas.

Y amar es perdonar humildemente
como TU que, en la CRUZ, siendo inocente,
por los verdugos a tu PADRE ruegas,



EL ÁUREO TRIGO....

El áureo trigo, sin piedad, tritura
el molino y lo trueca en blanca harina;
luego, mi amor inmenso lo destina
a ser EL CUERPO mío, en la HOSTIA pura.

La uva madura en el lagar se estruja
hasta que fluye el delicioso vino,
que mi SANGRE será, néctar divino,
que a toda dulcedumbre sobrepuja.

A PAN y VINO reducido quedo;
mayor prueba de amor daros no puedo,
que es abismo de amor mi EUCARISTÍA.

Venid: YO quiero ser vuestra comida.
Venid: YO quiero ser vuestra, bebida.
 ¡Venid a MI, ¡VIVID LA VIDA MÍA!



ESTOS PÉTALOS, HIJA...

Estos pétalos, hija, que te envío
han estado a la vera del sagrario,
do vive, prisionero voluntario,
el BUEN JESÚS, tan tuyo como mío.

 Son de rosas; y algunos más incluyo
de gladiolos, que fueron juntamente
en hermoso jarrón, rico presente   
al BUEN JESÚS, tan mío como  tuyo.

Dichosas flores que, de noche y día,
le brindaron su aroma y compañía
al BUEN JESÚS, AMOR de  los amores.

¡Más tu y yo, que podemos, hija mía,
amarle y adorar su EUCARISTÍA,
lo que jamás podrán hacer las flores.!



EN HOSTIA DIMINUTA...

En HOSTIA diminuta te convierte
tu amor hacia los hombres, sin medida.
Y de este modo, para dar la vida
la forma adoptas de la misma muerte.

Sin voluntad ni voz ni movimiento
oculto en el Sagrario permaneces,
sin protestar jamás, por muchas veces,
que te saquen a dar en alimento.

Siempre a merced de pecadoras manos,
TU, a quien el pueblo con cabal sentido
AMOR de los AMORES te proclama.

Y perdonando siempre a tus hermanos
su desamor, su frialdad, su olvido...
¡ESO ES AMOR! ¡Y NADIE COMO TU AMA!



EN EL SAGRARIO ESTAS...

En el Sagrario estás, en el Sagrario,
oculto y silencioso, JESÚS mío,
convertido en recluso voluntario
por tu inmensa bondad y poderío.

Sin que tu humana condición se vea.
ni la divina; entrambas escondidas
en una diminuta y blanca oblea,
únicamente por la fe creídas.

Nada más familiar y más cercano
que el pan, que lo partimos con la mano
y es alimento usual de cada día.

PAN para el alma, celestial y puro;
de la gloria celeste aval seguro..
¡ESO ERES TU. ESO ES LA EUCARISTÍA



¡ES VERDAD, ES VERDAD ¡...

¡Es verdad, es verdad! Está presente
el mismo HIJO de DIOS y de MARÍA,
oculto en la Sagrada EUCARISTÍA,
de su infinito amor claro exponente.

¡Es verdad, es verdad! Omnipotente,
cosa no pudo hacer de más valía
siendo infinita su Sabiduría,
no supo hallar un don más excelente.

A una oblea pequeña reducido,
en un pobre Sagrario recluido,
mora el SEÑOR JESÚS, días y días.

 “Son mis delicias -para que te asombres-
habitar con los hijos de los hombres”
¡Estar con EL será también las mías!



ES MEDIANOCHE

("En el lecho me acuerdo de Tí" (Salmo 62J

Es media noche. Y en la ciudad dormida
todo es silencio; solo se oye el río.
Metido en cama, escucho el latir mío
con su ritmo habitual, con su medida.

Y pienso en mi JESUS únicamente
;y en esa su eucarística presencia,
en la capilla de la residencia,
ahí, cerquita, oscura, ahora y silente.

Y lo haré hasta dormirme. Bien seguro
de que a su amante Corazón procuro
un poquito de alivio y de contento.

¡Y ojalá que ahora muchos en Estella,
como tantos sagrarios hay en ella,
le consagren también un pensamiento!



EN EL LECHO, SEÑOR..
 (En el lecho me acuerdo de TI y
velando medito en TI” –Salmo 82)

En el lecho, SEÑOR, si me desvelo,
al punto, con mi alada fantasía,
hasta el SAGRARIO, donde moras, vuelo,
irresistible imán del alma mía.

Lo mismo hago a menudo por el día.
porque cesar en mis tareas suelo,
para hacerte un ratito compañía,
que es mi constante y amoroso anhelo.

Alguna vez te hablo de mis cosas;
las más, lo sabes bien, quedo callada.
Estoy sencillamente, estoy contigo.

Me son estas visitas provechosas,
pues salgo más y más enamorada
y a TI te siento más y más amigo.



ESA LLAMA, PEQUEÑA...

 Esa llama, pequeña y vacilante
que arde cabe tu altar, de noche y día,
es la dulce señal gratificante
de un Misterio de amor: LA EUCARISTÍA.

  Es ofrenda de amor su breve vida
a QUIEN, con preferencia, el amor quiere;
e instante tras instante consumida,
junto al mejor de los amantes muere.

 Cuando la miro en la quietud del templo,
atraído me siento por su ejemplo
y copiarlo en mi vida yo quisiera.

 Haciendo de ella llama de amor viva.
Y permanente lámpara votiva,
ardiendo por JESÚS hasta que muera.



ESA PRISIÓN, JESÚS....

Esa prisión, JESÚS, fría y oscura
que en tu. amor elegiste por morada,
me gusta visitar cada jornada,
ardiente el corazón y el alma pura.

Raudo hasta Tí me llego con la mente,
con humildad, de hinojos, yo te adoro;
por largo rato, sin palabras, oro
y me despido afectuosamente.:

Adiós, -te digo-adiós, JESÚS querido,
gracias mil por haberte conocido
y porque te entregué mi vida entera.

Y ahora te pido que esta vida mía
más y más se parezca cada día
a esa lámpara fiel que arde a tu vera.



ESPERAS Y SILENCIOS...

 Esperas y silencios, noche y día
porque es tu amor perennemente vivo,
tejen tu vida, en esa cárcel fría
de los Sagrarios, donde estas cautivo.

No por condena alguna. Es tu albedrío
el que te oculta en la prisión oscura.
¿O es delito tal vez, AMADO mío,
ese tu amor rayando en la locura?

Prisionero de amor, siempre a la espera,
no has de esperar más, porque a tu vera
voy a estar en vigilia permanente.

Llenando tus silencios mi plegaria
y aromando tu vida solitaria
-rosa de amor- mi corazón ardiente.



EUCARISTÍA

Gracias -JESÚS- porque tu amor al hombre
te hizo inventar la santa EUCARISTÍA,
prodigio sin igual, porque no hay nombre
con que pueda expresarse su valía.

Por ella, TU te has hecho mi vecino
que no se va jamás, siempre a mi vera;
y el maná celestial para el camino
en busca de la Patria verdadera.

En ella, eres amigo que me invitas
a contarte mis penas y mis cuitas
con la promesa de una paz segura.

¡Gracias -JESÚS- pues tu presencia en ella
hace mi vida luminosa y bella
como día con sol, sin noche oscura!



¡GRACIAS, SEÑOR!

Gracias, SEÑOR, por esa tu venida,
de la humana pelliza revestido;
y gracias por habernos redimido
y darnos con tu muerte nueva vida.

Y gracias por tu blanca EUCARISTÍA,
de amor prodigio y de humildad portento,
prenda de gloria y celestial sustento,
y amorosa presencia y compañía.

Por tu MADRE también, puerta del cielo,
salud de los enfermos y consuelo
del afligido en todas sus desgracias.

Y por tu IGLESIA, acogedor aprisco,
cuna de JUAN, TERESA y de FRANCISCO
y otros SANTOS sin fin, rendidas gracias.



HOY VENGO CON AFÁN...

Hoy vengo con afán,, oh JESÚS mío,
a buscarte en  tu augusto Sacramento
como el arroyo busca, ansioso, el río
y el agua fresca quien está sediento.

En la azul claridad de esta mañana,
me llego con el alma deprimida
como aquella infeliz samaritana,
por tantos desengaños malherida.

Cansada del amor, mas de él cautiva,
con solo un sorbo del agua tuya, viva,
sació su sed y santa se volvía....

¡ Dame a beberla, JESÚS, en este instante
y me abatido espíritu levante,
llenándolo de luz y de alegría.!



JESÚS ME FASCINA

Mi pensamiento, como siempre, ahora
en que despunta la luz de un nuevo día,
hacia el sagrario va, donde JESÚS mora
y tiene su querencia el alma mía.

Y por la noche, antes de rendirme al sueño,
a despedirme iré, amorosamente
y dormiré feliz, niño pequeño,
fijos en EL mi corazón y mente.

Pienso en JESÚS, presente en el sagrario,
cuando comienzo mi trabajo diario
y pienso en EL también cuando termina.

EL es mi vida, mi amor y mi tesoro
y el amigo cercano, a quien adoro...
¡JESÚS en el sagrario me fascina!



(LLAMA DE AMOR...)

LLAMA de amor, pequeña compañía
del solitario HUÉSPED a la vera,
centinela perpetua que no espera
relevo algún, al despuntar el día;

Infalible RADAR, LENGUA de fuego
que, sin hablar, proclamas su presencia;
TESTIGO fiel de tanta confidencia:
dolor y amor y lágrimas y ruego...

¡Cómo deseo, al verte, que mi vida
en amorosa llama convertida
sea la copia exacta de tu ejemplo!

Igual que tu, prodigio de fervores
al lado del amor de los amores,
LÁMPARA fiel, en la quietud del templo...



ME PARECE SEÑOR...
 Me parece, SEÑOR, que te pasaste,
cuando, llevado de tu amor al hombre,
HOMBRE cabal y DIOS omnipotente,
en un trozo de pan te disfrazaste.

En un trozo de pan te disfrazaste
para darte a los hombres en comida,
antes de que en la CRUZ dieras la vida,
con lo que de la muerte nos libraste.

¿Y qué te ha dado el hombre, así querido?
Bastante desamor y mucho olvido,
Amante fino que de amor te abrasas.

Deja, pues, y perdona mi osadía,
que yo te diga, al ver tu EUCARISTÍA,
¡que te pasas en ella, que te pasas!



 MI CORAZÓN, LLEVADO...

Mi corazón, llevado por mi mente,
vuela hasta tu Sagrario, JESÚS mío,
como van los arroyos hacia el rió
inexorable y jubilosamente.

Si TU eres el imán de mis amores
que me atrae más fuerte cada día,
yo gozo con hacerte compañía
al lado de la lámpara, y las flores.

¡Siempre quisiera estar! Para aliviarte
esa tu soledad, para pagarte
ese tu amor tan fino y sin medida.

Como lámpara fiel que se consume,
como flor que te ofrece su perfume
y a tu vera, de amor, muere rendida.



MI GRATITUD MAS HONDA....

Mi gratitud más honda y más sentida,
SEÑOR por su sagrada EUCARISTÍA,
amorosa presencia y cercanía,
y MANA celestial y PAN de vida.

En ella eres mi mejor amigo,
dispuesto a recibir mis confidencias;
ante el Sagrario, conversar contigo
es la más dulce de las experiencias.

Alimento del alma que sostiene
la vida espiritual y que contiene
“todo deleite” y la mayor dulzura.

Sacro convite, TU, por alimento;
de tu PASIÓN,  recuerdo. Y ¡qué contento,
de la GLORIA sin fin prenda segura!



“ MI  VIDA ES  CRISTO”

            (S. Pablo)

Siempre -JESÚS- recuerdo que TU vives
en el sagrario permanentemente,
mi vecino ideal, jamás  ausente,
que, a gusto, a cualquier hora me recibes.

No necesito concertar audiencia
ni tampoco observar un protocolo.
Y, aunque eres REY de REYES, pides solo
que crea yo en tu real presencia.

Leal amigo, con tu compañía
alivias mis cansancios y pesares.
Y eres, el PAN de VIDA, mi alimento.

¡Gracias sin fin! Que yo no viviría
sin TI- JESÚS- presente en los altares,
en ese  tu admirable SACRAMENTO!



NO HAY ANONADAMIENTO....

No hay anonadamiento semejante
SEÑOR JESÚS, al de tu EUCARISTÍA;
más completo, total y rebajante
que aquel otro, en el seno de MARIA.

Hombre te vieron, en prodigios largo.
No tu divinidad, siempre latente.
En  consagrada, sin embargo,
ni un rasgo humano tuyo está presente.

Todo ahí estás, pequeño e infinito.
Invisible y real es tu presencia,
la maravilla de tus maravillas.

Yo soy dichoso cuando te visito.
Y TU ves que con toda reverencia
te venero y adoro de rodillas.



NO HABRÍA EN EL AMOR...

 No habría en el amor separaciones
si impedirlas pudieran los amantes;
juntos quieren estar sus corazones,
que -!ay!- con frecuencia se hallarán distantes.

ALGUIEN hay, amador por excelencia,
y que es el mismo AMOR y omnipotente
que brinda a los que ama una presencia
tan amistosa como permanente.

Es el AMIGO fiel, que nunca falla;
al que siempre dispuesto se le halla
para oír, consolar y dar favores.

En el sagrario está, vive doquiera;
acepta su amistad ,corre a su vera
¡y sed inseparables amadores!



(OBRA DE TU PODER ...)

 Obra de tu poder omnipotente
y de tu inmenso amor, la EUCARISTÍA,
con ella TU le ofreces al creyente
tu constante presencia y compañía.

TU Majestad excelsa -¡qué portento
de humildad!- a una oblea reducida
se convierte del alma en alimento,
porque es maná del cielo y pan de vida.

En la cárcel oscura del sagrario
habitas, prisionero voluntario,
de noche y día. con calor y frío.

¿Y que logran tu entrega y tu presencia?
Ingratitud,olvido, indiferencia..
¡Así tu amor pagamos, JESÚS mío!



OSCURA LA CAPILLA

 Oscura la capilla silenciosa
en las últimas horas de la tarde;
con débil luz, a veces temblorosa
la lamparilla del Sagrario arde.

El silencio y la paz que en ella anidan,
la suave oscuridad amparadora
a recogerse en oración convidan
junto al que, oculto, en el sagrario mora.

Me arrodillo...sé que JESÚS me espera.
¿O es que no ha dicho con pasión sincera
que con los hombres, por estar, suspira?

En el Sagrario clavo mi mirada;
y sin decirle ni decirme nada,
¡YO LE MIRO, LE MIRO. y EL ME MIRA!



OTRA A LA EUCARISTÍA


El BUEN JESÚS habita, recluido
en el sagrario, una prisión oscura,
por el solo "delito" cometido
de haber amado al hombre con locura.

Una lámpara-ya sabes-brilla, ardiente
a la verita suya, noche y día,
señal de su presencia permanente,
de su dulce, increíble cercanía.

¿Has tomado, cristiano, muy en serio,
 la EUCARISTÍA, tan singular MISTERIO?
¿Eres sensato o te volviste loco?

Si sigues cuerdo en el actual momento,
perdona que te diga y lo lamento:
que al BUEN JESÚS le agradarás bien poco.



EN JUEVES SANTO

PAN partido y VINO repartido
componen la Sagrada Eucaristía,
don el más bello y de mayor valía
de un Corazón, de amor inmenso henchido.

Te das, JESÚS, te das en alimento,
te das, JESÚS, te das como bebida
para que vivamos de tu misma vida
por tu cándido y augusto Sacramento.

De tantas maravillas como has hecho,
el asombro mayor esta genera,
que es Misterio de Fe, de Amor Misterio.

Cuando bajas, JESÚS, hasta mi pecho,
mi alegría es tan grande y verdadera
que no la cambio por ningún imperio.



PENSANDO EN MI...

Pensando en mí, te hiciste prisionero
del círculo nevado de una oblea
y me diste la FE para que crea
que en ella estás, entero y verdadero.

Milagro de tu amor omnipotente,
en que ocultas tu gloria y tu grandeza.
Ni pudieras mostrar mayor fineza
ni estar presente más humildemente.

Hiciste de la tienda del sagrario
tu morada habitual, siempre a la espera
de un amigo leal, de una visita...

Yo pienso en Tí, SEÑOR. ¡Por eso, a diario,
en alas del amor vuelo a tu vera,
sin que nunca jamás falte a la cita!



ASOMBRO


¿Pero es verdad que en el sagrario habita
el que es DUEÑO y SEÑOR de cielo y tierra
y que con su majestad que es infinita,
en oblea minúscula se encierra?

¿Pero es verdad que permanentemente
ofrece a todos dulce compañía
y es el mejor amigo y confidente
para quien, apenado, alivio ansía?

-Cierto; pero además se da en comida,
haciendo de los hombres más hermanos
en un mismo pan y en un cáliz unidos.

¿Y yo no soy aún ascua encendida?
¿Y no se han vuelto locos los cristianos,
por tan sublime amor enriquecidos?



POR LAS NOCHES, SEÑOR....

Por las noches, SEÑOR, y ya en el lecho,
el alma se me llena de alegría,
pensando que se acerca el nuevo día,
en que otra vez vendrás hasta mi pecho.

Toda imagen se borra de mi mente
y se queda la tuya en solitario,
el dorado copón en el sagrario
y en él PAN del horno más caliente

Suspiro por que llegue la mañana
y deseo pasar la noche en vela,
desplegando, SEÑOR, todo mi empeño.

Pero, ¡ay" mi frágil condición humana
para desgracia mía se rebela
¡y al fin sucumbo, sin querer, al sueño!



PROCESIÓN del CORPUS en TOLEDO
 Una variada multitud ingente
rindió homenaje a JESÚS EUCARISTÍA;
en esa joya de la orfebrería:
el trono de ARFE, de oros reluciente.

Eran interminables las hileras:
niños; jóvenes, damas y varones::
Ornaban profusamente los balcones
colgaduras, macetas y banderas

El silencio, solemne. La compostura
de una profunda FE reveladora
como las fragancias, de las flores.

Me embargó una emoción gozosa , pura.
¡Nuestro pueblo aún ama y aún adora
a JESÚS, el AMOR DE LOS AMORES!



!¡Quéichosa -SEÑOR- fui aquellos días
cuando TU, en el sagrario recluido
de mi lindo oratorio reducido,
día y noche conmigo convivías!

¿Lo recuerdas, JESÚS? -Siempre a tu vera,
unos momentos MARTA, otros MARÍA
con toda mi ilusión yo pretendía
que mi hogar para TI Betania fuera.

Hoy no te tengo ya en el SACRAMENTO;
pero lo mismo que a la luz te siento,
de manera cordial, intensa y nueva.

Y percibo que dentro de mi moras;
y así puedo decirte a todas horas:
¡CONMIGO ESTAS; MI CORAZÓN TE LLEVA.



QUISISTE ANONADARTE

 Quisiste anonadarte hasta el extremo
de no mostrar ni tu apariencia humana
en la HOSTIA diminuta, soberana
demostración de amor, de amor supremo.

Aunque el amor humano hace locuras,
pues razonar y calcular no sabe,
¿mayor locura que la tuya cabe
cuando te ocultas en las HOSTIAS puras?

Pasmo me causa humillación tan grande
y rubor, por mi orgullo desmedid
en su avidez de glorias y de incienso.

No te sorprendas, pues, que te demande
humildad, humildad y amor subido,
profundo como el mar, como él inmenso...



SIENDO  EL  HOMBRE...

Siendo el hombre más libre que ha existido,
estás en el sagrario prisionero,
puesto que libremente lo has querido,
siendo el amor tu propio carcelero.

Olvidas por los hombres tu albedrío
a fin de estar con ellos, noche y día,
brindándoles tu amor, oh JESÚS mío,
y tu dulce y constante compañía.

Siempre hallarán en TI tierna acogida
y serás el amigo y confidente,
DIOS del amor....¡Por eso, ciertamente
no es tan valle de lágrimas la tierra!



SABES, SEÑOR, QUE TENGO...

Sabes, SEÑOR, que tengo el pensamiento
pendiente de tu Santa EUCARISTÍA;
viene a él su imagen en. cualquier momento,
por la noche lo mismo que en el día.

Dulce memoria en realidad trocada,
al comulgarte sacramentalmente;
la acción más bella y más sobresaliente
de cuantas pueda hacer en la jornada.

TU. Divino Maná. TU, Pan de Vida,
a mí te das en celestial comida
y con ella la vida verdadera.

De este modo por Tí: y en Tí yo vivo.
Jamás la muerte me tendrá cautivo,
pues seguiré viviendo, aunque me muera.



C0MO UNA FLOR...,-:

Siempre que dejo''el mundo y su locura
y en el recinto santo, JESÚS, entro,
tengo la sensación de. que ahí encuentro
un oasis de paz y desventura.

Ahí estás TU, mi amigo y confidente,
con tus brazos abiertos, a la espera;
me lo indica la lámpara, a tu vera,
tu. centinela fíe! y permanente.

En tu sagrario fijo la mirada,
amorosa, profunda y continuada,
y en ella, así, mi corazón vacío.

Una gran paz, muy pronto experimento
y un deleite tan suave que me siento
como una flor, al sol y con rocío.



¡FELICIDAD!

Soy feliz, muy feliz, porque temprano
viene hasta mi JESÚS cada jornada;
siendo REY de los cielos soberano,
hace -huésped- de mi alma su morada.

Yo procuro llevarla siempre llena
de amor y de ilusión para esas citas;
pienso que así MARIA MAGDALENA
esperaba en BETANIA sus visitas...

Alimentada con el PAN de VIDA
y en sagrario viviente convertida,
los Ángeles me envidian en loa cielos.

Rebosa de contento el alma mía,
pues JESÚS en su blanca EUCARISTÍA
mis esperanzas colma y mis anhelos.



SI MIRO TU SAGRARIO...

Si miro tu Sagrario solitario
y a su lado, la lámpara encendida
 -palpitación minúscula de vida,
en la augusta quietud del santuario-

brota en mí siempre, con intenso brío,
el anhelo de ser tu centinela,
en permanente y amorosa vela,
AMOR de los AMORES, DUEÑO mío.

Como lámpara fiel que, noche y día,
es a veces la sola compañía
en fu sufrida vida carcelera.

Como esa llama, viva y palpitante,
que arde de amor hasta el postrer instante
¡a tu vera -SEÑOR- siempre a tu vera!



COMO LA HEMORROISA


“Si la orla de su manto a tocar llego,
-se dijo la mujer- ya estoy curada”;
y entre la muchedumbre, apretujada,
abrióse paso hasta el RABÍ de fuego.

Rozóla sólo de esperanza llena;
y al punto una apacible mejoría,
su enfermizo organismo recorría,
sintiéndose del todo sana y buena.

SEÑOR, tu Cuerpo toco diariamente
y aún tengo enferma el alma, pues se siente
proclive al mal y a la virtud remisa.

¡Dame fe, dame amor, dame confianza;
y sáname del todo y sin tardanza,
SEÑOR, SEÑOR, como a la hemorroisa!



YO NO SOY DIGNO..

Tengo la casa limpia y aseada
y ordenadas están todas las cosas,
hay perfumes de lirios y de rosas,
que son tus flores preferidas... Pero,

No me pidas, JESÚS, que yo la puerta te abra,
Que no está aderezada lo bastante,
¡Di, te suplico, tan solo una palabra
y un palacio real será al instante.

¡Gracias; Y ahora celebremos el encuentro
"de mi alma en el más profundo centro"
mi Huésped, Rey del Cielo y Pan de Vida.

Yo, feliz de que te halles en mi casa.
TU, de ver un alma que en tu amor se abrasa
Y que quiere quererte sin medida.



TREMENDA SOLEDAD -SEÑOR-

 

Tremenda soledad -SEÑOR- la tuya
en tu cárcel oscura del sagrario,
desde siglos cautivo voluntario
hasta que el mundo actual por fin concluya,

En silencio total sumido te hallas,
cuando eres la mismísima PALABRA;
y aunque la portezuela se te abra
para darte a los fieles, siempre callas.

Eres tesoro, !oh DIOS! pero escondido
en esa soledad de tus prisiones,
en que ocultas tu gloria y poderío.

Y pues eres el DIOS desconocido
para tantos y tantos corazones,
¡que te conozca y no te olvide el mío!



MI QUERENCIA...

Tiene mi corazón una querencia,
que tira de él de forma delicada:
el Sagrario, pobrísima morada,
más rica, de JESÚS por la presencia.

JESÚS, que en la Sagrada Eucaristía,
-es Pan su Cuerpo y es su Sangre, Vino-
es del hombre, cansado peregrino,
Maná celeste y grata compañía.

Presencia, que a cualquier gracia supera,
que nadie imaginar jamás pudiera,
con gran piedad y gratitud la adoro..

Dulce imán, el Sagrario, me cautiva.
Y hace que en él, muy a menudo, viva
mi corazón...¡que ahí tiene su tesoro!



YO DESEO, SEÑOR---


Yo deseo, SEÑOR, que hasta dormido
sólo por TI mi corazón palpite
y que en cada latido te musite
un: TE QUIERO, sincero y encendido.

Llevo tiempo perdido en demasía
dispersa mi atención en muchas cosas
y el corazón volando por las rosas
que solo aroman lo que dura un día.

Recuperar el tiempo que he perdido
amándote de prisa, intensamente
ha de ser, desde hoy, mi ardiente empeño.

 Y, pues resulta el día reducido.
no te extrañe, oh AMOR, que amarte intente
también de noche, mientras dura el sueño.



YO NO PUEDO OLVIDAR...

Yo no puedo olvidar que cada día,
a mi alma con la gracia ataviada
la convierte JESÚS en su morada,
hermosa realidad, no fantasía.

Muy feliz y hondamente agradecido,
me doy a mi trabajo de manera
que visita tan dulce y placentera
no caiga por el día en el olvido.

Interrumpo yo aquel, de tanto en tanto;
y abstraído de todo lo de fuera
hablo a JESÚS y a EL escucho atento,

Pienso que así podré llegar a santo,
será mi acción fecunda y duradera
y el dulce HUÉSPED se verá contento.



YO SE, JESÚS, QUE EN EL SAGRARIO


Yo sé, JESÚS, que en el Sagrario moras,
en vecino perpetuo convertido.
Y que esperas a las almas, horas y horas,
con la paciencia del amor sufrido.

Y aunque percibo, a veces, la valía
del regalo, sin par, de tu presencia,
confieso con pesar que todavía
no es muy grande en mi vida su influencia.

Yo te ruego, SEÑOR, que en adelante
seas TU, en el Sagrario, el sol radiante
que ilumine mi vida toda entera.

¡Y atráeme como un imán de modo
que siempre que lo pueda, deje todo
para volar, veloz hasta tu vera!



Y SEGUIRÁ  MI  CORAZÓN....

Y seguirá mi corazón latiendo
y correrá la sangre por mis venas,
aunque no gozaré ni tendré penas,
cuando en brazos del sueño esté dormido.

Sin posible control, la fantasía
de sueños los más varios será fuente
y dejará de ser certera guía
la conciencia, dormida totalmente.

Triste es la noche que la luz me roba
y al silencio me empuja de la alcoba,
en la que, sin querer, al sueño cedo.

¡Y demasiado largo, SEÑOR mío;
que en tanto tiempo para mí baldío
ni en TI puedo pensar ni amarte puedo!



VA LLEGANDO, SEÑOR...

Va llegando, SEÑOR, el nuevo día,
saludado con gozo por las aves
e igualmente por mí, pues TU ya sabes
que lo recibo con muy viva alegría.

Dentro de poco tiempo -¡oh, vuela, vuela!"
harás TU de mi alma tu morada;
la tengo limpiecita y preparada
y tuve, aun dormido, el corazón en vela

Suspiro por que lleguen los momentos
de nuestra unión, entrañable y amorosa,
compartiendo los dos la misma vida.

Y espero que quedemos muy contentos:
TU, al ver que te amo sobre todo cosa
y yo, al darte otra vez, cálida acogida.



¿VIENES, DIME, CONTENTO...?

¿Vienes, dime, contento, JESÚS mío,
cuando te hago bajar -hasta mis manos?
De pensamientos y deseos vanos,
¿hallas del todo-el corazón vacío?

TU, que todo lo ves, ves que procuro
de cualquier ambición tenerlo libre
menos de una: que sólo por Tí vibre
y como tu HOSTIA blanca, sea puro.

¿Vienes, feliz, de nuevo te pregunto
cuando en mis manos, a mi voz reposas
y en la FORMA a tus fieles te presento?

No me contestas... Pero yo barrunto,
porque el amor atisba ciertas cosas,
que TU vienes contento, muy contento.



VIENES A MI, SEÑOR;...

Vienes a mí, SEÑOR, cada mañana
en el VINO y el PAN del SACRAMENTO.
lo mismo si a tu altar acudo hambriento
como si llego con escasa gana.

Podré tener el corazón caliente,
tibio a veces;.. ¡qué pena y hasta frío!
vendrás humilde, hecho alimento mío,
con tal de que a tu mesa yo me siente.

"El que te come-dices-por TI vive"
Y TU moras en él y él en Tí mora;
uno del otro, por amor, cautivo.

Pues mi alma cada día te recibe,
¿por qué no ha de notarse ya desde ahora
que en Tí moro, SEÑOR, y por Tí vivo?



(VOLTEAN ALOCADAS...)

 Voltean alocadas las campanas
y atruenan los cohetes y trompetas;
engalanan balcones y ventanas
colgaduras, banderas y macetas.

Esmaltadas de flores, con donaire,
son las calles alfombradas policromas;
a romero y a juncia huele el aire
del incienso a la par con los aromas.

¡JUEVES del CORPUS, más que el sol luciente!
La Custodia de oros reluciente
avanza en compasado movimiento.

Y los fieles dan rienda a sus fervores
alabando al AMOR de los AMORES
en la humildad total del SACRAMENTO...



ANTE EL SAGRARIO


TU, que de amor insólito llevado,
a un poquito de pan te has reducido,
en un pobre sagrario recluido
y tu gloria y grandeza has ocultado;

Mírame ante tu sagrario arrodillado,
en reverente adoración sumido
y feliz, muy feliz de haber venido,
"con ansias en amores inflamado."

Gracias por tu presencia y cercanía,
por esa tu increíble EUCARISTÍA
PAN celestial de múltiples dulzores.

Si tus delicias son estar conmigo,
también las mías son estar contigo
¡imán del alma, amor de mis amores;



YA ESTOY AQUÍ PARA...

Ya estoy aquí para el encuentro diario
a brindarte, JESÚS, mi compañía,
irresistible imán del alma mía,
prisionero de amor en el Sagrario.

El mundo enloquecido quedó ahí, fuera,
con sus luchas, sus prisas y sus gritos...
¡Qué bien los dos, JESÚS, aquí solitos
TU, en tu cárcel de amor y yo a tu vera!

Ya sabes mi saludo: "Buenas tardes"
Y mi ruego encendido:"Que me guardes
y cada día que mi amor aumente"

Y ahora hablemos los dos, sin decir nada.
Y amémonos también con la mirada
sin prisa alguna, sosegadamente!..



YO CREO, JESÚS...

Yo creo, JESÚS mío, firmemente
por esta FE que TU me has regalado,
que en la HOSTIA consagrada estás presente,
convertido en JESÚS SACRAMENTADO.

Eres MANA del CIELO y PAN de VIDA
para el hombre, cansado peregrino,
que, hambriento y bajo el sol, va de camino
en busca de la TIERRA PROMETIDA.

PAN partido, que a todos se reparte:
al bueno, malo, rico o pordiosero,
pues no quieres que a nadie se le excluya.

Yo, que comulgo, quiero así imitarte:
¡dándome a mis hermanos por entero,
en entrega de amor como la tuya!



YO SE, JESÚS, QUE EN EL SAGRARIO


Yo sé, JESÚS, que en el Sagrario moras,
en vecino perpetuo convertido.
Y que esperas a las almas, horas y horas,
con la paciencia del amor sufrido.

Y aunque percibo, a veces, la valía
del regalo, sin par, de tu presencia,
confieso con pesar que todavía
no es muy grande en mi vida su influencia.

Yo te ruego, SEÑOR, que en adelante
seas TU, en el Sagrario, el sol radiante
que ilumine mi vida toda entera.

¡Y atráeme como un imán de modo
que siempre que lo pueda, deje todo
para volar, veloz hasta tu vera!



(UNA GRAN ALEGRÍA...)


Una gran alegría experimento
cuando abro –JESÚS mío- tu sagrario,
te libro de tu encierro voluntario
y a las almas te doy en alimento.

Y con pena, que el alma me lacera,
cuando de dar la comunión concluyo,
de nuevo a tu sagrario te recluyo
para seguir tu vida carcelera.

Mas ya ves que obro despaciosamente,
con estudiada lentitud, de suerte
que cuando puedo, tu presión difiero.

Porque no eres –SEÑOR- un delincuente;
y aún que tu amor es grande y TU eres fuerte
¡me duele a mí que vivas prisionero!

 



ULTIMA VISITA


De manera real y misteriosa
estás en el Sagrario, JESÚS mío:
invención increíble, obra preciosa
de tu infinito amor y poderío.

En espíritu, ya ves, vine a tu vera,
antes de ser vencido por el sueño,
a visitarte por la vez postrera,
como cada jornada, amado DUEÑO.

Gracias mil por tu santa EUCARISTÍA,
por esa tu presencia y cercanía,
para mi alma dulcísimo reclamo.

Adiós, adiós; ya sabes que dormido
y en vela el corazón, cada latido
te dirá, sin cesar;¡JESÚS, TE AMO!



DULCE   IMÁN


La deleitosa paz del santuario,
más intensa, cuando la tarde cae,
dulcemente como un imán atrae
y a Tí me lleva, JESÚS, ante el sagrario.

Te adoro, .arrodillado. Y sin palabras
desahogo mi corazón contigo.
Y te escucho, pues TU, mi dulce Amigo',
me hablas también, sin que los labios abras.

Un gran gozo a tu lado experimento,
como la enamorada tortolilla
con su socio es feliz sobre manera,

Y me voy con el mismo sentimiento
de santa envidia hacia la lamparilla,
que se consume-JESÚS-siempre a tu vera.




1 comentario:

  1. Son hermosísimos todos esos sonetos a la sagrada Eucaristía, bendito sea quien los hizo, pero eternamente bendito aquel por quien se hicieron.

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