A LA MADRE MÁS HERMOSA Y BUENA.

como niño feliz. VIRGEN MARÍA;
y mi confianza es tal, oh Madre mía,
que "mamá" muchas veces yo te llamo..
Muchas estampas tuyas en colores
llevo coleccionadas, todas bellas;
y mucho disfruto, viendo en ellas
tu imagen rebosante de primores.
Y muchísimas oh Madre, en el reverso
una composición llevan, en verso
donde te alabo o bien gloso la escena.
Y las voy repartiendo entre la gente
con la ilusión de que su amor aumente
¡hacia la MADRE, más hermosa y buena!
**************
A LA VIRGEN ORANTE.
Contemplar esta imagen me cautiva,

¡Qué serena la paz de tu semblante
y su belleza, a la vez, qué llamativa!
Y sobre todo, ¡Qué recogimiento
en el que estás totalmente sumida
de las cosas externas abstraída
sólo tu espíritu a lo interior antento!
Sé que orabas, oh VIRGEN, todo el día,
porque oración tu amor hacer sabía
de los diarios domésticos quehaceres...
Pues, quiero hacer plegaria de mi vida,
enséñamelo TÚ, MADRE querida,
ya que modelo de almas orantes eres.
*************
A LA BELLEZA DE LA VIRGEN
también, VIRGEN MARIA, son muy bellos;
abundantes y negros tus cabellos.
En tu cara ovalada, tez morena,
brilla la perfección de la hermosura,
como la nieve de las cumbres, pura,
y como el cielo, todo azul, serena.
De tu cuerpo gentil, Madre
querida,
Templo santo de DIOS y de su hechizo
algo puede decir la lengua mía.
Porque de tu alma, que le daba
vida,
solo EL que hombre en tus entrañas se hizo
la belleza ideal pintar podría.
Estabas con valentía
mientras sufría JESÚS,
a la vera de la Cruz
y de pie, VIRGEN MARÍA,
Tuya era su agonía
y su muerte prematura.
Y en aquel mar de amargura,
con increíble coraje,
resististe el oleaje
como una roca segura.
Ahora te veo sentada
pues ya tu HIJO está muerto
y sepultado en el huerto
tras de la losa sellada.
Desde esta tarde enlutada
de amoratados colores,
con espinas y no flores,
del pueblo fiel la piedad
te llamará SOLEDAD
y VIRGEN de los DOLORES.
¡Qué pena tan acerada
refleja tu faz serena,
ahora lívida azucena,
y rosa ayer encarnada!
Y ¡qué triste tu mirada
como de paloma herida,
sin ver, sin norte, perdida,
cual si estuvieras ausente.!
¡Tu corazón y tu mente
están con quien es tu vida!
A tu pecho sin aliento
aprietan tus manos finas
cruel corona de espinas
y los clavos del tormento,
Providencial instrumento
de su muerte redentora,
los guardas con mimo ahora,
que son tesoro preciado
de tu JESÚS adorado,
flor de tu carne, SEÑORA.
¿Viene, MADRE, a tu memoria
-ausente y muerto tu BIEN,-
el tiempo aquel de BELÉN,
de tierna, idílica historia?
¡Qué gozo grande y qué gloria
pues tu regazo mullido
para tu NIÑO querido
fue la más cálida cuna
y al son de nana oportuna
en él quedaba dormido?
No hubo alegría más pura
que cuando TU lo abrazabas
y en tu falda lo acunabas
mientras EL fue criatura.
Ni habrá mayor desventura
que la de esta tarde fría.
¡Sentada en la roca fría
has tenido a tu HIJO muerto
y desfigurado y yerto,
sobre tu falda. MARÍA!
¡Aquellos besos de miel
en su carita caliente
y en su boquita riente,
rosada como un clavel!
¡Qué fría, en cambio, hoy la piel
de su carne y de sus huesos
para tus cálidos besos!
Mas, se los diste tan fuerte
que no los pudo la muerte
borrar, en sus cuerpo impresos.
a tu seno virginal,
sentiste más que otra igual
lo que es maternal desvelo.
Su amparo fuiste y consuelo
desde la cuna, a su vera,
hasta que en la Cruz, muriera.
¡Nadie se vio más
seguro
con amor tan fuerte y puro
como EL contigo estuviera!
Del mismo modo yo quiero
verme por TI protegido.
Soy un niño desvalido
que de TI todo lo espero.
Me confío por entero
a tu maternal ternura.
Y a cambio de mis amores,
sé refugio en mi orfandad.
VIRGEN de la SOLEDAD
y VIRGEN de los DOLORES.
Con aquella maestría
que distinguía a un juglar,
yo te quisiera cantar,
Oh dulce VIRGEN MARIA:
Quiero que la lira mía,
que en otros temas se emplea,
ahora asuma la tarea
de cantarte. Y así empieza:
BENDITA SEA TU PUREZA
Y ETERNAMENTE LO SEA.,
La belleza
celebrada
de aquella fiel SULAMITA
se nubla y se debilita
con la tuya comparada.
Toda hermosa, inmaculada,
de cristalina limpieza,
la IGLESIA santa te reza
y es justo que así lo sea
PUES TODO UN DIOS SE RECREA
EN TAN GRACIOSA BELLEZA.
Mas blanca que la
azucena
y la nieve de la altura,
de incomparable hermosura,
tan limpia como serena,
Doncella, de gracia llena,
y Aurora del nuevo DIA,
yo te rindo pleitesía
el alma en tu encanto presa
A TI CELESTIAL PRINCESA,
VIRGEN SAGRADA MARIA
Por influjo
maternal,
te he querido desde niño
tan puro como filial.
Y aunque mi entrega es total
y viva mi devoción,
con renovada ilusión,
adorada MADRE mía,
YO TE OFREZCO EN ESTE DIA
ALMA, VIDA Y CORAZÓN.
Al verme tan
desvalido
en la vida, mar de duelo,
tiemblo cual débil polluelo
que se ve solo en su nido.
De mil peligros ceñido,
yo te diré cada día:
sintiendo tu cercanía:
MÍRAME CON COMPASIÓN
NO ME DEJES, MADRE MIA.
A LA VIRGEN DE LOS DOLORES

Estabas con valentía
a la vera de la Cruz
y de pie, VIRGEN MARÍA,
Tuya era su agonía
y su muerte prematura.
Y en aquel mar de amargura,
con increíble coraje,
resististe el oleaje
como una roca segura.
Ahora te veo sentada
pues ya tu HIJO está muerto
y sepultado en el huerto
tras de la losa sellada.
Desde esta tarde enlutada
de amoratados colores,
con espinas y no flores,
del pueblo fiel la piedad
te llamará SOLEDAD
y VIRGEN de los DOLORES.
¡Qué pena tan acerada
refleja tu faz serena,
ahora lívida azucena,
y rosa ayer encarnada!
Y ¡qué triste tu mirada
como de paloma herida,
sin ver, sin norte, perdida,
cual si estuvieras ausente.!
¡Tu corazón y tu mente
están con quien es tu vida!
A tu pecho sin aliento
aprietan tus manos finas
cruel corona de espinas
y los clavos del tormento,
Providencial instrumento
de su muerte redentora,
los guardas con mimo ahora,
que son tesoro preciado
de tu JESÚS adorado,
flor de tu carne, SEÑORA.
¿Viene, MADRE, a tu memoria
-ausente y muerto tu BIEN,-
el tiempo aquel de BELÉN,
de tierna, idílica historia?
¡Qué gozo grande y qué gloria
pues tu regazo mullido
para tu NIÑO querido
fue la más cálida cuna
y al son de nana oportuna
en él quedaba dormido?
No hubo alegría más pura
que cuando TU lo abrazabas
y en tu falda lo acunabas
mientras EL fue criatura.
Ni habrá mayor desventura
que la de esta tarde fría.
¡Sentada en la roca fría
has tenido a tu HIJO muerto
y desfigurado y yerto,
sobre tu falda. MARÍA!
¡Aquellos besos de miel
en su carita caliente
y en su boquita riente,
rosada como un clavel!
¡Qué fría, en cambio, hoy la piel
de su carne y de sus huesos
para tus cálidos besos!
Mas, se los diste tan fuerte
que no los pudo la muerte
borrar, en sus cuerpo impresos.
Desde que bajó del Cielo
a tu seno virginal,
sentiste más que otra igual
lo que es maternal desvelo.
Su amparo fuiste y consuelo
desde la cuna, a su vera,
hasta que en la Cruz, muriera.
¡Nadie se vio más
seguro
con amor tan fuerte y puro
como EL contigo estuviera!
Del mismo modo yo quiero
verme por TI protegido.
Soy un niño desvalido
que de TI todo lo espero.
Me confío por entero
a tu maternal ternura.
Y a cambio de mis amores,
sé refugio en mi orfandad.
VIRGEN de la SOLEDAD
y VIRGEN de los DOLORES.
Más pura y más hermosa DIOS la quiso
que Eva, al estreno del Edén ameno,
libre, del todo, del mortal veneno
con que vició la sierpe el paraíso.
Si amante fue la SULAMITA aquella
que en el CANTAR de amores desfallece,
más ardiente en su amor fue esta DONCELLA,
que más que humana, serafín parece.
Violeta, rosa, cándida azucena,
airosa palma que se yergue en Cades,
aurora que preludia el nuevo Día,
Orgullo de Israel, de gracia llena,
gloria sin par de todas las edades,
VIRGEN, MADRE DE DIOS...¡Esta es MARÍA!
Caminito de la fuente,
con su cubo, cada día,
se ve pasar a MARIA,
todavía adolescente.
Espléndida su
belleza
de rosa primaveral,
brilla también por igual
su inmaculada pureza.
Muy modesta. Y tan
serena
como lago adormecido,
tiene el encanto subido
de la cándida azucena.
Y al pasar, tan
modosita,
por la empinada calleja,
parece que en ella deja
una fragancia exquisita...
_¿Has reparado, SUSANA,
en esa joven tan bella?
_Ha tiempo, sin saber ella,
la observo cada mañana.
Y conforme se deslizan
los días, de forma lenta,
más mi admiración aumenta
y sus encantos me hechizan.
Y,¿qué piensas tu,
ISABEL?
-Pues que esa muchacha es tal
que no habrá ninguna igual
en las hijas de ISRAEL.
Más aún; te
añadiré,
por mi gran fe de creyente,
que de modo preferente
debe de amarla YHAVE.
Tantas cualidades
bellas
no se dan sin ton ni son.
¡Para alguna gran misión
están destinadas ellas.¡
-¿Tan alto destino
tiene?
-Así lo creo, SUSANA.
-ISABEL, hasta mañana,
que ya bajando ella viene.
Entraron las dos
mujeres
en sus casas respectivas
y siguieron pensativas
con sus caseros quehaceres.
Al otro día, GABRIEL
en la paz de la mañana,
(¿qué haría entonces SUSANA,
qué pensaría ISABEL?)
Brindaba la
ANUNCIACIÓN
a la doncella MARIA.
¡Y con su SI nos traía
a todos, la SALVACIÓN¡
EL
ADVIENTO DE LA VIRGEN

Desde que el ÁNGEL GABRIEL
realizó la ANUNCIACIÓN,
la
presencia de EMMANUEL
embargó
su corazón.
DIOS había sido el centro
en toda su corta vida;
ahora, llevándolo dentro,
por EL estaba absorbida.
Desde siempre había sido
contemplativa MARÍA;
mas tras haber concebido,
éralo más todavía.
El lazo filial-materno,
creado entre ELLA y su DIOS
era ya un vinculo eterno,
muy dulce para los dos.
pendiente estaba. MARÍA
de aquel -LIRIO inmaculado
que en su seno florecía.
¡Cómo no estar endiosada
y el corazón inflamado,
si era su seno morada
del mismo VERBO encarnado!
Los días eran vividos
sin ninguna, distracción;
¡pensamiento y corazón
de su retoño prendidos!
Mas,¿cómo seria aquella
contemplación continuada?
Solo DIOS lo sabe y ELLA
que no quiso decir nada.
Le hablaría, mas sin
ruido
de palabras, que. éstas
son
nada, frente al encendido
lenguaje del corazón.
Con todo, a veces, yo creo
que su dicha maternal
la impulsaría al empleo
del lenguaje natural.
Y palabras usaría
y expresiones muy hermosas,
Cargadas de poesía,
y de notas armoniosas.
Volcando, al hablar al
NIÑO,
-del que la humana pelliza
iba tejiendo- el cariño
de una madre primeriza.
Esta VIRGEN
MADRE, empero,
contemplativa,
de veras,
se entregaba
por entero
a sus faenas
caseras.
Todas las hacia
bien
y siempre con
mucho amor,
sabiendo que
así también
agradaba a su
SEÑOR.
No había
afectado nada
a su existencia
normal
la sorprendente
embajada
del ARCÁNGEL
celestial.
de un humilde Carpintero.
¡Una pareja dichosa,
rica. en amor, no en dinero!
Nadie noto nada en ELLA,
pues siguió siendo MARÍA
la joven honesta y bella,
que NAZARET conocía
Una vecina muy
buena
y ama de casa,
corriente.
¡Como toda
nazarena
iba por agua a
la fuente!
de extraño, JOSÉ, en su esposa,
como siempre recatada,
igual que siempre,
hacendosa.
al futuro nacimiento,
una profunda emoción
reflejaba ELLa al momento.
en su vida espiritual.
¡ Contemplar para MARÍA
y trabajar era igual!
Así el tiempo resbalaba
para. la VIRGEN muy lento;
por eso consideraba
que era muy largo su
ADVIENTO.
Y acudía a la paciencia
y avivaba su esperanza,
cabiendo por experiencia
que aquella todo lo
alcanza.
Pero nunca se detiene
el tiempo y pasito a paso
todo a. su término viene,
aunque haya, a veces,
retraso.
Por eso, cumplióse el plazo
para la MADRE, doncella,
del milagroso embarazo
por DIOS, operado en ELLA.
Y así, de intenso amor
llena
e ilusionada, también,
¡le llegó la NOCHEBUENA
en el Portal de BELÉN!
EN LA ASUNCIÓN
![]() |
¿Adonde vas, por el azul,
SEÑORA,
elevada en volandas por
querubes
sobre el cojín flotante de
las nubes,
que un sol hermoso con sus
rayos dora?
De este valle de lágrimas
te alejas,
que también para TI produjo
abrojos.
Mucho lloraron tus hermosos
ojos,
el Cielo supo de tus dulces
quejas...
Hoy eres a la GLORIA
enaltecida.
Y la Iglesia, que siente tu
partida,
la celebra, a la vez, con
mil loores.
Pues de tu HIJO JESÚS
siempre a la vera,
TU serás abogada y medianera
de tus hijos, los pobres
pecadores.
¡ES COSA DE
MI MAMA!·”
Cierto día, allí
en la Gloria
que mencione el tiempo, donde
solo existe eternidad-
S. Pedro, apóstol, llavero
de la puerta celestial,
se quedó como de piedra,
muy perplejo, al observar
que un grupo nutrido de almas,
no vistas por él jamás,
disfrutaba muy a gusto
la eterna felicidad.
¡Ninguna, ninguna de ellas
pasado había el umbral
de la puerta, que el cuidaba
como celoso guardián!
*****
Fue indagando
despacito
y por fin, pudo encontrar,
un hueco disimulado
un tantico y por el cual
iban entrando en la Gloria
almas y almas, sin cesar.
*****
Fue donde JESÚS,
que estaba
sentado en su trono real
y así le dijo:”SEÑOR,
de eterna felicidad
están gozando en la Gloria
almas que nunca vi entrar
y por un hueco lo hacen;
por favor, ven y verás.”
******
Condujo Pedro a
JESÚS
muy aprisa, hasta el lugar
del hueco..Y ¡Oh gran sorpresa!
Un rosario colosal
pendía de él a la tierra;
y así con facilidad
subían por él las almas
a la Gloria celestial.
¡Maravillosa escalera
e ingeniosa, de verdad!
*****
-“Este hueco, SEÑOR
mío,
debes de cerrarlo, ya;
que todas las almas pasen
por la puerta principal,
cuyas llaves y custodia
me confió tu Bondad.”
--“No, no, mi querido Pedro;
todo ha de seguir igual.
(Y sonriendo)-¿No comprendes?
¡ES COSA DE MI MAMA! “
¡G U A P A
¡
GUAPA,
GUAPA, te digo entusiasmado,
el
piropo más lindo y apropiado
que
te puede decir este hijo amante.
entre
las que hubo auténticas bellezas,
pues
la hermosura sola TU aderezas
con
la humildad, con el candor más terso.
GUAPA,
Gabriel te dijo. Y a tu hechizo
los
Ángeles se rinden. Y aun alguno
con
bellísimas loas se destapa.
Como
empecé el soneto, finalizo.
Pues
sé, MADRE, que yo no te importuno,
si
te digo de nuevo:¡GUAPA, GUAPA!
LA VIRGEN ADOLESCENTE
Una bellísima flor
de primavera
que dos veces al día va a la fuente
el cántaro apoyado en la cadera.
Es su espléndida
mata de cabellos
Marco ideal para su cara linda,
Que sonrisas, fragantes flores, brinda
En sus labios de púrpura , muy bellos.
“Flor de los campos,
lirio de los valles”
va dejando fragancias por las calles
de sencillez, candor y simpatía..
De su aldea es la
más valiosa joya;
Todo el mundo la admira, ama y apoya...
Su bello nombre, ya lo intuís...!MARIA¡
LA VIRGEN, MUJER NORMAL
Ufana está la ciudad
con esta joya tan bella;
belleza que solo ELLA
desconoce en su humildad.
Cuando pasa por las calles
difunde, flor pudorosa,
la fragancia deliciosa
de los lirios de los valles.
Hace unos días, GABRIEL
a esta joven nazarena
la llamó “de gracia llena,”
bellísimo, en el dintel.
ELLA, encendida en rubor,
sumisa al querer divino,
dijo, abrazando su sino:
“SOY LA ESCLAVA DEL
SEÑOR”
Y en ese instante cabal,
sin ninguna algarabía,
el VERBO de DIOS venía
a su seno virginal.
Mas, tamaña maravilla
su vida en nada cambió,
porque MARIA siguió
siendo humilde y muy sencilla.
Tampoco alguna vecina
notó en ELLA algo especial,
pues siguió tan servicial
y como siempre ,tan fina.
Y así, cuando iba a la fuente,
llevando en su seno a DIOS
nunca nadie, de ELLA en pos
vió a un ángel resplandeciente.
¿Qué alma no se ve atraída
por esta Madre-Doncella
si era normal todo en ELLA
igual que la misma vida?
-Mamá, en la carpintería;
y estuve haciendo una cruz
lo mismo que el otro día.
-Pero, hijito,¡qué
afición
te ha entrado por hacer cruces!
¿Solamente a esto reduces
tus ganas de diversión?
-Yo no sabría explicarte
lo que me pasa, mamá;
pero en cuanto estoy allá
y me pongo un poco aparte,
si con dos tablas
tropiezo,
cojo garlopa y martillo
y con un clavo sencillo
a hacer una cruz empiezo.
¡Y de veras que me gusta
y la miro con cariño!
-Pues, a mí, mi dulce NIÑO,
me desagrada y asusta.
Y te ruego no
repitas
tal juego, que ya es manía.
-Te prometo, mamá mía,
que no haré más crucecitas.
******
Pasaron algunos días
de una existencia serena
y apenas, si alguna pena
enturbió sus alegrías.
Pero un día...¡Mejor
fuera
que no bajara al taller
la VIRGEN, para no ver
lo que ELLA ver no quisiera!
Con expresión
dolorida
miró MARIA a su HIJO.
Con todo, nada le dijo
en perplejidad sumida.
Con una intensa
mirada
le correspondió JESÚS,
que abrazándose a una cruz,
no quiso decirle nada.
Desde ese día, olvidar
tan triste escena no pudo;
para ELLA golpe muy rudo,
muy difícil de encajar.
Y aunque la niñez dejó
JESÚS, para hacerse hombre,
tal recuerdo-no te asombre-
muy vivo en ELLA quedó.
Cuando a su mente
afloraba,
la VIRGEN-MADRE sufría,
pues, a su pesar, creía
que algo fatal presagiaba.
Fue así pasando la
vida
y se llegó al Viernes Santo:
odio, luto, muerte, espanto
en la ciudad deicida.
¡Y solo esa tarde
odiosa,
al ver a su HIJO en la CRUZ,
el Misterio se hizo luz
en la VIRGEN DOLOROSA.!
(Diálogo entre la VIRGEN y SAN JOSÉ)
-JOSÉ, estoy muy apenada,
casi a punto de llorar;
¡no haber podido encontrar
en BELÉN una posada!
¡Y en la casa de las
bestias
tener que hallar acomodo
donde nos falta de todo
y nos sobran las molestias!
-De misterios está llena
la conducta del buen DIOS,
pero al menos hoy los dos
compartimos igual pena.
-Hagamos, JOSÉ, oración,
de hinojos, humildemente,
que dé luz a nuestra mente
y sosiego al corazón.
(La soledad del lugar,
ajeno a todo bullicio,
hacía fuese propicio
para recogerse a orar)
Se pusieron al momento
Los dos a rezar, de hinojos
Entornados bien los ojos
Para más recogimiento.
de claridad celestial
y en el oscuro corral
se volvió día la noche.
A la vez, tenue vagido
los dos esposos oyeron
y un NIÑO precioso
sobre la paja tendido.
Palpó al momento MARÍA
su seno con rapidez
y ,¡oh sorpresa! su preñez
desaparecido había.
Como traspasa la luz
sin obstáculo el cristal,
de su seno virginal
salió así el NIÑO JESÚS.
Un poquitín de nerviosa,
lo fajó en limpios pañales
y con besos ideales
encendió su cara hermosa.
Brindóle para mamar
sus pechos de leche henchidos,
con avidez exprimidos...
¡tan dulce debía estar!
El NIÑO JESÚS, ahíto
de manjar tan excelente,
sobre el regazo caliente
se durmió como un bendito.
Con mucho tiento en la paja
le colocó en un pesebre.
¡Nunca jamás un orfebre
pudo ver igual alhaja!
Y del pesebre a la vera,
MARÍA y JOSÉ postrados,
ante el NIÑO extasiados
pasaron la noche entera.
Hay cielo donde está DIOS,
y siendo el NIÑO, EMMANUEL
sin duda alguna que aquél
estaba con ellos dos.
¿Pensó la VIRGEN MARÍA,
de maternal gozo llena
que esa noche, NOCHE BUENA
el mundo la llamaría!
La noche, fría; y a la par, serena;
bajo su
augusta paz, BELÉN dormía,
mientras
JOSÉ velaba con MARIA
en aquella
primera NOCHEBUENA.
La VIRGEN, en el suelo, de rodillas,
se recogió
a rezar....cerró los ojos.
(Al poco,
gradualmente, tintes rojos
fueron
enrojeciendo sus mejillas.)
Abriólos..Y, ¡oh milagro! Sobre el heno,
como un
clavel caído de su seno
temblaba
el NIÑO-DIOS de puro frío.
Tomólo en brazos, lo envolvió en pañales.
Y entre
mimos y besos ideales,
por vez
primera lo llamó:¡HIJO MÍO!
sino mujer, de nuestra raza humana,
como mi madre, lo mismo que mi hermana
y como ellas, con un nombre: el de MARIA,
Fue tu esposo JOSÉ,
pobre artesano,
al que “justo” proclama la Escritura;;
a su vera, viviste muy segura;
fue tu guardián, de tu virtud ufano.,,.
Siendo “bendita
entre las mujeres”,
porque del mismo DIOS la Madre eres,
fue tu existencia, corriente, muy sencilla.
Ni éxtasis ni
portentos hubo en ella.
¡Mas fue en su misma sencillez tan bella
que yo la veo como una maravilla
Muy bonito y delicado lo que se dice de Nuestra Señora....pero en el cielo sera algo inenerrable.
ResponderEliminarValiosos poemas, gracias, me he servido ellos para el apostolado. Dios lo continùe bendiciendo
ResponderEliminarHola, quisiera saber quién es el autor de la poesía A LA VIRGEN INMACULADA. GRACIAS
ResponderEliminarGracias por escribir estos poemas tan devotos y piadosos a Nuestra Señora. Están llenos de amor y candor
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